,

Ir a misa cada semana alarga la vida y reduce enfermedades

Ir a misa cada semana alarga la vida y reduce enfermedades

Asistir a misa es bueno para la salud. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista “Jama Internal Medicine”. Según la investigación realizada por un grupo de científicos del Harvard Chan School of Public, aquellas personas que asisten más de una vez a la semana a los oficios religiosos, tienen un 33% menos riesgo de morir por alguna enfermedad que aquellas que no hacen.

El estudio es específico al decir que las personas que acuden a la Iglesia una vez a la semana, tienen un 27% menos riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular, y un 21% menos de fallecer a consecuencia de un cáncer.

Ante la falta de una evidencia científica, este grupo de investigadores utilizó los datos estadísticos de 74 mil 534 mujeres, que participaron en un informe sobre la Salud de las Enfermeras en Estados Unidos.

A lo largo de 16 años, las enfermeras respondieron cada dos años cuestionarios sobre su dieta, estilo de vida y estado de salud, y cada cuatro años sobre su asistencia a los servicios religiosos.

De las 74 mil 534 mujeres analizadas, 14 mil 158 admitieron asistir a misa más de una vez a la semana; 30 mil 401 lo hacían una vez por semana, y las 17 mil 872 restantes no asistían nunca. La mayoría de los participantes del estudio eran católicas o protestantes.

Perspectiva optimista

Aquellas mujeres que asistían regular mente a los oficios religiosos tenían menos síntomas de depresión, y sufrían menos ataques de ansiedad.

Además, las enfermeras que asistían a misa más de una vez a la semana tenían un 33% menos riesgo de morir, comparado con el resto de las mujeres que no asistían nunca a los oficios religiosos, detalla el informe.

Las mujeres que lo hacían semanalmente, el riesgo caía al 26%, mientras que llegaba al 13% en el caso de las que iban a la Iglesia menos de una vez a la semana.

«Nuestros resultados sugieren que puede haber algo importante detrás de la religión y la espiritualidad. Los beneficios de asistir a los servicios religiosos parecen estar relacionados con un mayor apoyo social, menos consumo de tabaco y un menor riesgo de sufrir depresión, ya que estas personas tienen una perspectiva más optimista y esperanza de la vida», afirma Tyler J. VanderWeele, profesor de Epidemiología en Havard Chan School of Public y coautor del estudio.