“La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también a las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria”.
Esta exhortación del papa Francisco, bien la ha entendido el Centro de Orientación y Atención Integral San Juan Pablo II. Aparte de todos los programas que ejecuta realizó la semana pasada una Jornada de Asistencia, realizando 180 pruebas VIH, sífilis y hepatitis C, a personas que viven en situación de calle.
Al Centro asistieron hombres y mujeres en edades comprendidas entre 16a 62 años, trabajadoras sexuales, drogodependientes y alcohólicos. “Estos hermanos que forman parte de los sectores más vulnerables e indefensos de nuestra sociedad fueron invitados por nosotros mismos que vamos hasta donde están para ser convencidos. Logramos que asistieran a la jornada” así lo afirmó Ariel López, director de esta institución. Gracias al patrocinio del Municipio de Panamá se pudieron costar los gastos de los materiales para las pruebas que se aplicaron. También contaron con el valioso apoyo de un grupo de voluntarios de técnicos profesionales que ofrecieron su tiempo, después de realizar sus labores cotidianas.
López señala que ciertamente este tipo de jornadas son promovidas por el Ministerio de Salud, a través de los centros o de ferias que realizan en las comunidades; pero siempre ignorando esta población. “Estas personas por su condición no asisten a un hospital, viven apartados, su situación de drogo-dependencia les impide ir a un centro de salud”.
Ariel informa que lastimosamente varias pruebas han salido positivas. “Para la Gloria de Dios ya estas personas han sido trasladadas a los centros médicos y han empezado a recibir el tratamiento correspondiente”, dijo.
