Los jóvenes de la Pastoral juvenil de la Parroquia Nuestra Señora de La Candelaria, realizaron una jornada de misión durante la Semana Mayor, en diferentes comunidades, la mayoría de ellas, bastante alejadas.
A lo largo de todo el año, a los muchachos se les da formación con el fin de que la misión cumpla su objetivo, anunciar a Jesucristo, único Salvador, Señor y Mesías, e incentivar a otros jóvenes a la conformación de una comunidad cristiana viva y oran-te, lo suficientemente madura como para poder encarnar la fe en el propio ambiente, es decir que, en lo posible, sea capaz de satisfacer por sí misma sus propias necesidades de anunciar la fe a otros grupos.
Por otro lado, si ya existe una comunidad cristiana en el lugar, el objetivo es apoyarla y fortalecerla, incentivando a la gente a sumarse a ella y participar especialmente en la Semana Santa. Con el pasar de los años, los jóvenes se han ido animando a participar de la misión de Se-mana Santa y de vivir esta experiencia. Este año se lograron vi-sitar 9 comunidades, y un total de 40 jóvenes decidió dejar su hogar durante 4 días, para llevar el mensajes del amor de Cristo.
El lema escogido para esta misión fue tomado del libro de Jeremías… «Irás a donde quiera que te envié y proclamarás todo lo que yo te mande»; haciendo referencia a estos jóvenes que han sido llamados por Dios para que puedan proclamar su Palabra.
Fray Marín Centeno, párroco, resaltó que la misión juvenil sirve para atender con una amplia mirada de fe a los sectores aleja-dos, que también son importan-tes y que forman parte determinante del presente y el futuro de la Iglesia pintadeña.
En la misión se visitan las casas, se conocen las familias de una manera informal y se establecen vínculos más personales y fraternos con ellos. En este ámbito de intimidad y cordialidad, se puede dar un diálogo más profundo, permitiendo un encuentro más cercano entre evangelizadores y evangelizados.
Milagro Mendoza, líder juvenil, manifestó que las comunidades visitadas por los jóvenes fueron: Limón, San Juan de Centro, Molejones, Hacha 1, Corozal, Bermejo, Las Delicias, Agua Fría y Farallón.
“Con estas visitas queremos llevar esperanza, porque en me-dio de las dificultades, hay salida; la esperanza nos abre a la infinitud. El cristianismo no se termina en la cruz, sino en la Resurrección del Señor”, recalcó Mendoza.
