La IX Asamblea Nacional de Pastoral Juvenil se desarrolló con éxito en la hermana diócesis de Penonomé, en donde se congregaron unos 80 jóvenes líderes, delegados de sus comunidades parroquiales, para compartir y construir caminos hacia la “Civilización del Amor” Se trata de una reunión ordinaria, que este año estuvo motivada por el auge juvenil que el papa Francisco y la Iglesia han impulsado, y que giró en torno a los ejes transversales de la exhortación apostólica “Vive Cristo, esperanza nuestra”.
Acompañados por los obispos de la Iglesia Panameña, junto a sus asesores, y de la mano de la pastoral vocacional y los movimientos eclesiales, reflexionaron y vivieron experiencias enriquecedoras, resaltando entre ellas, su fascinación a semejanza de los primeros discípulos, por el llamado que Cristo les ha hecho a este caminar.
También se acercaron a su historia, con un corazón ardiente y agradecido, para profundizar en las raíces de la vida de la Iglesia y de la juventud panameña. Escuchar con amor y humildad el clamor de los jóvenes, con sus luces y sombras,
alegrías y tristezas, decepciones y esperanzas.
Además discernieron sobre su papel como protagonistas en la construcción de una sociedad en donde se vivan los valores evangélicos del Reino de Dios, como el respeto a la vida y la dignidad humana, fortaleciendo la cultura de paz.
Los jóvenes líderes avanzaron en sus procesos de conversión y redefinieron su liderazgo con miras a incidir positivamente en la vida pública de Panamá y en la conservación de la casa común.
El padre Justo Rivas, Asesor de la Pastoral Juvenil Arquidiocesana resaltó lo importante de esta asamblea que se vivió a través de estos momentos metodológicos en los que, sin prejuicio, analizaron la realidad juvenil actual. que hicimos los presentes al recordar el gran trabajo de pastores como monseñor José Dimas Cedeño, quien impulsó durante mucho tiempo la Pastoral Juvenil, junto al padre José Quezada, Popito”, dijo.
Los jóvenes delegados también tuvieron la oportunidad de expresarse en todos los aspectos. “Hablaron sobre temas vocacionales, el acompañamiento pastoral y su compromiso en la transformación de la sociedad”, señaló el padre Justo.
Esta es la primera Asamblea de Pastoral Vocacional de cada una de las diócesis, y precisamente ellos, se dirigieron a los muchachos dándoles luces y guiándolos sobre este tema.
Salir y anunciar el Evangelio
Monseñor Manuel Ochogavía, obispo responsable de la Pastoral Juvenil, se dirigió a los jóvenes para animarlos a seguir construyendo Iglesia, renovando las estructuras, los propósitos, programas e itinerarios, para abrirse a la fuerza del Espíritu Santo.
La Pastoral Juvenil no puede quedarse concentrada, ensimismada en lo que hace o en lo que cree, sino que debe abrir su corazón; debe dejar de convertirse en una elite de santos, puros y protegidos para lanzarse con todo el riesgo a lo que nos invita el Papa Francisco, a decirles a otros lo que hemos visto y oído, que Dios es amor”, expresó.
Agregó que los grupos juveniles tienen que desacomodarse, pues la Iglesia les llama a romper esquemas y moldes, para ser de verdad una pastoral con rostro misionero y joven.
