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La acogida alegre, de toda discapacidad, en nuestra catequesis

La acogida alegre, de toda discapacidad, en nuestra catequesis

Todo cristiano, sean cuales fueren sus limitaciones, tiene derecho pleno a encontrar en la comunidad cristiana la posibilidad de experimentar, celebrar y vivir este mensaje de Jesús en la catequesis.

Comisión Arquidiocesana de Catequesis

Cada vez es más evidente que nuestro mundo no es excesivamente optimista respecto al humilde, al marginado, al discapacitado, al anciano, al pobre en general.  El catequista debe saber que un hermano discapacitado es toda persona que necesita modos particulares de presencia, de relación, de apoyo, de asistencia, de educación, de atención pastoral. Las discapacidades pueden ser muy variadas. Las causas pueden ser múltiples. La catequesis es sensible a estos detalles, no existe un objetivo distinto para la catequesis en ambientes especiales, la catequesis pretende despertar la fe, alimentarla, educarla, llevarla hacia su madurez. Es una iniciación para todo cristiano. Ilumina y robustece la fe, anima la vida con el espíritu de Cristo, lleva a una consciente y activa participación del misterio litúrgico y alienta a una acción apostólica.

La catequesis especial se propone llevar a cada hermano diferente la alegría de vivir la preferencia de Dios; de vivir el espíritu de las bienaventuranzas de las que están tan cerca.

Se necesitan catequistas con una actitud de profunda y sincera amistad pastoral.

La misión sigue siendo integrar de verdad a los pobres en el seno de la comunidad eclesial, tal como son, pequeños y limitados, mostrando silenciosamente que la iniciativa es siempre de Dios; que sin él nada somos ni podemos, para que también nuestros hermanos ejerzan su misión profética, frente a un mundo cada vez más lleno de sí mismo, autosuficiente y altanero, acostumbrado a los éxitos, y que juzga inútil lo que no es eficiente. El catequista ejerce la diaconía servicial a los más pequeños, y su nota distintiva es la ternura entrañable y abundante al hermano discapacitado.

Alegres y con una actitud de profunda y sincera amistad pastoral, los catequistas y los hermanos discapacitados desarrollan una relación que se intensifica en la oración común, en la vida litúrgica y comunitaria.

Luces: La Prioridad sigue siendo la misericordia y el servicio.
La catequesis con discapacitados está llamada a ser más creativa que cualquier otra, porque nuestro sujeto limitado nos exige una mayor adaptación. Esa creatividad deberá llegar a los programas, los métodos, los recursos didácticos y la pastoral familiar, utilizando su lenguaje, sus signos y símbolos para llegar mejor a su vida concreta.