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La cruz y la espada

La cruz y la espada

Santa María de la Antigua del Darién fundada en noviembre de 1510, tenía apenas ocho años de fundada y ya el gobernador de la provincia, Pedrarias Dávila, estaba decidido a destruirla.

Los sobrevivientes de la expedición de Ojeda se trasladaron al Darién, en la costa occidental del golfo, porque uno de ellos, Vasco Núñez de Balboa, conocía la región y recordaba que allí los indios no usaban flechas envenenadas. Balboa había empezado el viaje como polizón, pero se convirtió en el líder del grupo. 

Al llegar al Darién, encontraron una aldea próspera y apacible, y los perros y las armas les dieron la victoria. Balboa dirigió el trazo de las calles y una plaza. Al final, Balboa fue elegido alcalde.

Su primer acto de gobierno fue bautizar a la población con el nombre de Santa María, y consagrarla a la Virgen de la Antigua, que se veneraba en Sevilla.

 La diócesis de Santa María de la Antigua del Darién fue la primera en tierra firme del continente americano. Fue creada por el papa León X mediante la bula «Pastoralis officii debitum» del 9 de septiembre de 1513.

La capital del Darién llegó a tener más habitantes que muchas ciudades españolas y fue escenario de episodios dignos del realismo mágico: una peste de modorra, el descubrimiento de un mar desconocido para los españoles y hasta unos enemigos entre sí, que, a pesar de ser cristianos, arreglaron un matrimonio, por consejo del Obispo.

Primera Catedral: casa del cacique Cémaco

La fuerte resistencia del cacique Cémaco fue vencida por las armas españolas, y Balboa, cumpliendo con su promesa, bautizó el nuevo poblado con el nombre de Santa María de la Antigua del Darién. La iglesia, la primera en tierra firme, se ubicó sobre la vivienda de Cémaco.

Saqueos y alianzas con los nativos

Balboa saqueó poblados e hizo alianzas con tribus del Darién. Así supo de la existencia de un legendario mar austral, de reinos dorados, y armó una expedición para encontrarlo. Santa María fue creciendo con la llegada paulatina de españoles y la incorporación de muchos indios como servidumbre.

Pedrarias y Balboa

El ambicioso Pedrarias Dávila había sido nombrado gobernador de Castilla del Oro, y en 1514, llegó con una flota de veinte barcos y dos mil personas. Al enterarse Pedrarias de que el “mar del sur había sido descubierto”, apresó a Balboa y le confiscó los bienes. 

¿Nuestra bendita Madre, habría querido esto?

Uno de los hechos más irónicos de esta historia fue el casamiento de Balboa y Pedrarias, quien representó a su hija en la ceremonia, por “consejo” del Obispo Juan de Quevedo. La unión de dos enemigos, en el altar de la catedral mariana, sintetiza los disparates de la historia hispanoamericana.  

La “peste de modorra”

SELVA. Clima y mosquitos

Los alimentos escaseaban y Pedrarias se aseguró de alimentar a “su gente”, desprotegiendo a los nativos. El clima y los mosquitos empezaron a hacer mella, y una nube de langostas acabó con los cultivos. De 15-20 colonos morían de hambre cada día. Santa María se hundió en el sopor y cerca de 700 cristianos murieron de simple incapacidad para despertar. 

Decadencia, saqueo y esclavitud

Con el beneplácito de Pedrarias y del obispo Quevedo, los españoles saquearon y esclavizaron a los indios. Este caos condujo a la disminución de la colonia de Santa María y a su abandono. Pedrarias buscó otras opciones y en 1519 fundó la ciudad de Panamá, y la trasladó, definitivamente, en 1520 no sin antes ejecutar a Balboa en la plaza de Acla, el 19 de enero de 1519. 

Jesús invita, no se impone

NATIVOS. Fe y devoción.

Muchas veces en la historia y en la vida, un acontecimiento doloroso y hasta injusto, como fue la conquista y colonización española, con la destrucción de pueblos y culturas nativas, puesto en perspectiva, genera algo diferente. Con la colonización, los mestizos, criollos, actuales cristianos, recibimos la fe y la devoción a Nuestra señora de la Antigua… pero. ¿eran necesarias tanta muerte y destrucción? Seguramente, podría haber sido mejor si la cruz no se hubiera aliado con la espada.