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La discapacidad permite asumir la vida en otra dimensión

La discapacidad permite asumir la vida en otra dimensión

El trabajo realizado por cada uno de los miembros de la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad FRATER, ha ayudado por 20 años a descubrir el significado y la profundidad de las palabras de Jesús cuando dijo: Levántate y anda; así lo asegura Monseñor José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá, en el foro “La discapacidad, un encuentro humano”.
El arzobispo asegura que la fe y la persistencia de los miembros de esta fraternidad les han sostenido durante todos estos años, “ustedes están comprometidos con la construcción de una sociedad más justa y fraterna, han permitido a sus hermanos asumir la vida en otra dimensión”.
Ciertamente no se ha llegado a la meta, pero hemos hecho los intentos para lograr una inclusión verdadera, agregó Ulloa. Invitó a las comunidades cristianas a que se convierta en espacios de acogida, especialmente para quienes tienen en sus hombros una carga de dolor, ellos deben sentirse comprendidos en su realidad.
Por su parte Luis Fernando Astorga, director ejecutivo del Instituto Interamericano sobre Discapacidad planteó en su ponencia el desafío de cambiar la discriminación y la exclusión en un mundo tan desafiante y tan complejo.
“Vengo de la lucha y del activismo por los derechos de las personas con discapacidad, es necesario crear políticas que realmente mejoren las condiciones de vida de estas personas, a partir de su reconocimiento y dignidad”. Señala Astorga que hoy en el mundo hay un problema en la distribución de las riquezas que afecta las políticas humanas para la inclusión social, para eliminar las discriminaciones y tantas situaciones que nos dividen.
El evento realizado en el Auditorio F. Benjamín Ayechu de la USMA reunió expositores internacionales y contaron con la presencia del asesor del Continente Americano de la FRATER, Fray Nelson Junges. Durante una semana se concentraron fraternistas provenientes de Panamá, Colón y David.
Fanny Wong fundadora de FRATER en Panamá informó que la celebración incluyó un retiro espiritual que sirvió para la reflexión y el fortalecimiento espiritual de los miembros. Dedicaron un espacio también para evaluar el caminar de los grupos a nivel nacional. Lo primordial en la fraternidad es mantener los contactos personales o visitas a personas con discapacidad y enfermos crónicos, a quienes llevan amistad y mensajes de esperanza.
El último día de la celebración se unieron para orar y dar gracias por estos 20 años de acción misionera, contaron con la presencia de líderes religiosos de distintas iglesias cristianas.