“La Palabra es un don. El otro es un don”

“La Palabra es un don. El otro es un don”

El mensaje papal titulado “La palabra es un don. El otro es un don” orienta nuestra reflexión: Si la Palabra de Dios no nos cambia, la vida cristiana es estéril. Monseñor Giovanni Dal Toso, al presentar este mensaje subrayó: “La raíz del mal está en no escuchar la palabra de Dios, así como del olvidarse del otro. Cada uno hará de su ‘florecilla’ algún sacrificio en esta cuaresma, pero tiene que ser reflejo de algo más profundo. No es un mensaje político, sino que nos debe llegar a todos”.
El mensaje se centra «en la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro (cf. Lc 16,19-31)». La condena del rico no es por su dinero, sino por ignorar al otro. Detrás de cada persona hay una gran historia humana que puede incomodar. EL “otro” es una ocasión para encontrarnos con Cristo. Lucas nos lleva a entender mejor cuál debe ser nuestro comportamiento con el prójimo. Si es correcto nos conduce a la felicidad y vida eterna.
La Cuaresma puede ser la primavera de nuestra vida. En ella se nos llama a la conversión, a cambiar de mentalidad. Una vida mediocre deja solo vacíos. El mal nos rodea, nos acecha. El papa Francisco nos recuerda que «la codicia es la raíz de todos los males» (1 Tm 6,10)». La codicia es fuente de corrupción, envidias, pleitos, robos, injusticias y celos.
El dinero mal empleado conduce al egoísmo y no deja lugar al amor e impide la paz. Cuaresma es para intensificar la vida espiritual practicando el ayuno, la oración y la limosna. En la base de todo está la eterna palabra de Dios para nuestra escucha y meditación. En el otro encontramos a Cristo. Cerrar el corazón al don de Dios que habla, tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano.