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La prefiguración de la doctrina de la Trinidad en el Antiguo Testamento

La prefiguración de la doctrina de la Trinidad en el Antiguo Testamento

En la Biblia no aparecen textualmente las palabras “Santísima Trinidad”, pero hay varias referencias a este misterio central del cristianismo.

Marlenis Yángüez

Su manifestación plena se encuentra en el Nuevo Testamento (Ver Mt. 3:13-17; 28:18-20; 2 Co. 13:14; 1 P. 1:2; Ap. 1:1, 2, 4). No obstante, en el Antiguo Testamento, algunos textos contienen prefiguraciones de la pluralidad de personas dentro de la Divinidad:

En la Creación, cuando Dios dijo: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y  semejanza…Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó”, (Gn 1,26-27). «Y dijo Dios: He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros…”, (Gn 3,22).

Cuando Dios se aparece a Abraham en la encina de Mambré, lo hace bajo la figura de tres individuos, (Gn 18). Abraham los recibe  como si de uno solo se tratara: Señor mío, si te he caído en gracia, no pases de largo cerca de tu servidor, (Gn 18, 3).

El profeta Isaías, al narrar en su libro la visión que tuvo acerca de su vocación, hace dos alusiones a la Trinidad: Cuando los serafines se decían entre sí: Santo, Santo, Santo, el Señor de los Ejércitos, (Is 6, 3). Y cuando Dios dice: ¿A quién enviaré? ¿Y quién irá de parte nuestra?, (Is 6, 8).

Desde el AT vemos pues, que Dios crea por medio de su Palabra y da vida por medio de su Espíritu; reflejando así la Unidad en la Trinidad.