Si usted se sitúa a lo externo de una parroquia, encontrará que la labor ministerial y pastoral fluye con total naturalidad, sin embargo, visto desde dentro en una correcta administración pastoral el trabajo fluye por algo que Monseñor José Luis Cardenal Lacunza en la Jornada Diocesana de Pastoral definió como una necesidad del ser y hacer Iglesia: la Sinodalidad.
Este es un discernimiento comunitario que nos ayuda a entender cómo es y cómo se vive en Iglesia, en escucha fraterna y en diálogo. No es un capricho, es un caminar juntos, y no hay Iglesia si no hay Sinodalidad.
La Parroquia de Boquerón, confiada a la protección de San Miguel Arcángel, ha desarrollado diversos espacios que le permiten dinamizar su vida pastoral y revitalizar el anuncio kerygmático en sus 23 comunidades.
Mediante la consolidación de juntas pastorales, equipos de animación pastoral sectorizada por corregimientos y planificando todo mediante la reunión de delegados parroquiales para su asamblea parroquial de pastoral, se realiza el trabajo.
Así se da continuidad al Proyecto Diocesano de Renovación y Evangelización: consolidando estructuras básicas de misión como los Equipos Parroquiales de Animación Pastoral como fortaleza y guía de todos los grupos pastorales de la Parroquia.
El «Caminar con … » se manifiesta en la práctica de las asambleas parroquiales de pastoral, analizar luces y sombras que permiten potenciar lo bueno y transformar aquello que vive la parroquia, pero que no rinde frutos saludables a la vida de fe. Toda pastoral animada en la acción del espíritu permite esas transformaciones.