Monseñor Pedro Joaquín Hernández Cantarero, Obispo del Vicariato del Darién habló sobre los proyectos y metas en los que se están trabajando por los que rnás necesitan.
Monseñor Pedro resaltó que a nivel de grupos, por sectores, están organizados con una programación donde la participación de los jóvenes en las diversas zonas misioneras es activa.
«Ellos se pusieron a disposición para colaborar en la Cena de Pan y Vino del Vicariato, se organizan para ventas de comida, tómbolas,venta de ropa para ir reuniendo los fondos porque anhelan ir a Portugal para la próxima JMJ», explicó Monseñor Hernández.
Los jóvenes se están organizando para llevar adelante la catequesis de confirmación con los chicos que se preparan a ella, cabe destacar que se han organizado para hacer visitas pastorales a otras comunidades en lo que comprende el plan de evangelización. Por su actitud cambiante estos programas son a corto plazo, con lo cual se hacen planificaciones trimestrales, explicó Monseñor.
Pastoral del Vicariato
Con relación a la pastoral del Vicariato de Darién, comentó que el año pasado se hizo una asamblea
de donde debería salir un plan pastoral trienial, se ha trabajado con sus objetivos, visión, planteamientos diversos. Este año se está poniendo en práctica.
Misiones y Evangelización
En lo que respecta a las formaciones de la Escuela San Juan Pablo II, se van haciendo jornadas de evangelización en las diferentes zonas misioneras; existe una programación de jornadas de reflexión con los catequistas y evangelizadores. «Tenernos el deseo de llevar adelante las pequeñas comunidades cristianas para asumir la evangelización desde la raíz, que es el seno familiar», explicó Monseñor Hernández.
Cabe destacar que esto se está irnplernentando en algunas zonas misioneras, en otras está en sus inicios. Para la evangelización de los indígenas puede ser el mejor medio.
«El año pasado se fijó corno meta ser un año de intensificación de la oración. Este año con los cambios de los sacerdotes esperarnos tornar con mayor intensidad el proceso evangelizador. Que nos hagamos más cercanos con el pueblo fiel y que incidamos en una evangelización más personalizada», enfatizó Monseñor Hernández.
Retos y planes a futuro
Trabajar en la pastoral de movilidad humana, es un reto para este vicariato, que debe asumir desde la pastoral social el trasiego de los migrantes que pasan rumbo a los Estados Unidos y usan la provincia de Darién corno ruta de paso.
Según Monseñor Hernández, a nivel latinoamericano existe una preocupación muy fuerte por la situación de los hermanos venezolanos que se encuentran en países de América del Sur.
Los llamados triángulo norte (Guaternla, El Salvador y Honduras) que van rumbo a Estados Unidos; siempre existe el problema de los albergues en México y que son deportados. Pero nuestros hermanos extra continentales, de Haití y Cuba son los migrantes invisibles, los que no querernos ver.
Ellos, los extracontinentales, van pasando en grandes cantidades por este vicariato. A nivel eclesial es un reto buscar soluciones humanitarias, ya que son personas y se les debe tratar con dignidad, y esto es un llamado a las diferentes instituciones del estado y nuestras autoridades para jugar un papel desde la dignidad de la persona humana.
«Si nos hemos prestado para hacerle el juego a los Estados Unidos, debemos hacerlo bien y con dignidad. Debernos superar la xenofobia y actuar corno personas que saben acoger a nuestros hermanos necesitados», puntualizó Monseñor Pedro Hernández.