En la adolescencia los amigos se vuelven una parte fundamental de la vida, ya que la necesidad de pertenecer a un grupo es muy importante y en muchos casos estos amigos no son del agrado de los padres.
Los adolescentes están en proceso de crear su identidad y tienden a estar en contra de las normas y reglas que se manejan en casa, por esta razón buscan relacionarse con amigos que pueden tener una educación totalmente opuesta a la que los padres les han dado. Por esta razón los amigos de sus hijos suelen ser una preocupación para los padres de adolescentes.
Según los expertos, los padres ven riesgos reales donde los adolescentes no, de tal manera que buscan protegerlos, suplen la incapacidad de su hijo de prever el riesgo, mediante la prohibición de amistad con personas peligrosas que pueden llevarlos a realizar conductas de riesgo como drogas, juego ilegal, fanatismo religioso, etc. Es decir, los padres cumplen su función protectora real y necesaria.
Sin embargo, debemos tener cuidado de no caer en una conducta egoísta que nos lleve a querer separar a nuestros hijos de sus amigos solo porque no queremos que nos separen del hijo ideal, ya que lejos de proteger lo que estaríamos haciendo es inducirles prejuicios que no los dejarán pensar y ver por sí mismos lo que les conviene y lo que no, de manera informada.
Debemos tener claro que la elección de los amigos no depende de nosotros, sino de nuestros hijos. Es cierto que según la etapa y edad de los hijos, los amigos tienen un grado de importancia y afectan de manera distinta; lo ideal es encontrar el equilibrio, mostrarse interesado por las amistades pero sin juzgar ni criticarlos.