Es el periódico que el Papa Francisco lee todos los días, y que cuando no sale en domingo le hace falta algo. Panamá –Panorama Católico– y Argentina son los países que lo publican en español en el Continente Americano.
Redacción
El Papa Francisco visitó la redacción del periódico semanas previas a su aniversario 160, y les pidió que continuaran con su labor de siempre “con fidelidad y creatividad”. Fue uno de sus gestos, esos que lo hacen cercano, y que al personal de L’osservatore Romano les sirvió como caricia y agua fresca en estos tiempos del duro verano europeo.
L’Osservatore Romano, de nuevo en palabras del Papa pronunciadas el 2 de junio de 2019 a su regreso de Rumanía, «ofrece claves de lectura y aquello que yo pienso está allí», según palabras del Santo Padre a su regreso del viaje que realizó a Rumania, que citó el portal Religión Digital.
De acuerdo a dicho sitio web, «Este singularísimo diario, según la expresión del cardenal Montini (futuro Pablo VI) en 1961, tiene la misión de documentar el pensamiento, las palabras, las obras del Papa y de la Santa Sede y ofrecer al lector las claves de lectura de la realidad histórica y espiritual del catolicismo y del tiempo que nos toca vivir, un tiempo observado».
El “diario de los Papas”, vio la luz el 1 de julio de 1861, inmediatamente después de la proclamación del Reino de Italia, y tomó el nombre de una hoja privada anterior (septiembre de 1849-1852), financiada por un grupo católico francés.
El portal de noticias vaticanas AICA publició lo siguiente: “Para el Osservatore Romano, este aniversario, de hecho, no pretende ser un retroceso nostálgico de un pasado glorioso, sino abrirse constructivamente a los desafíos del futuro. El programa de desarrollo del periódico continúa, por tanto, ‘marcado por la integración entre las ediciones impresa y digital en un crecimiento fuerte y prometedor que se abre a nuevos proyectos de futuro’”.
Busque la edición de esta semana de aniversario aquí en Panorama Católico: https://panoramacatolico.com/wp-content/uploads/2021/07/LOsservatore-Romano-Jul.04-2021.pdf