Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá, enfatiza al concluir el mes de la familia, que es en la familia donde se aprenden los valores y a elevar los ojos al Trascendente.
Redacción
Ha sido un mes en batalla. Han sido de esas batallas por la santidad, por lo correcto, por los valores, esas que a pesar del cansancio, se libran con entusiasmo y sin amargura.
De un lado están quienes defienden la familia como unidad básica sobre la que descansa el futuro de la nación, y la entienden como la formada por un hombre, una mujer y su descendencia.
En el otro extremo están quienes hacen campaña por la unión entre personas del mismo sexo, al tiempo que defienden el aborto (y la adopción de niños por parejas homosexuales), y a todo eso le llaman «derechos humanos».
Desde el año 1977, y por iniciativa del Movimiento Familiar Cristiano (MFC), con el apoyo incondicional de monseñor Marcos Gregorio McGrath, cuando servía como arzobispo metropolitano, el estado panameño decretó el mes de junio (Decreto 56 del 22 de junio de 1977) como el tiempo en el año para organizar eventos en pro de la familia.
Habla el Arzobispo
José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá, identifica a la familia como «la primera escuela de humanización (…) aprendemos a ser plenamente humanos precisamente en el seno de una familia».
El Arzobispo añadió: «hoy más que nunca la familia es necesaria: familia sana, sociedad sana; familia enferma, sociedad enferma; familia corrupta, sociedad corrupta».
Vive la Familia en Cristo
Como parte de las acciones en el mes de la Familia, que continuarán más allá de junio, siendo este el año de la Familia decretado por el Papa Francisco, el Movimiento Familiar Cristiano organiza encuentros de oración que se realizan en instituciones gubernamentales, empresas privadas y ahí donde se acepte este acto de fe.
Hace una semana el evento se llevó a cabo en el Municipio de Panamá, donde se compartió sobre la importancia de la Familia en estos tiempos, y el papel que juega esta institución en nuestra sociedad.
El padre Eusebio Muñoz, asesor espiritual del Movimiento Familiar Cristiano, explicó que este es un encuentro que se brinda a las familias para fortalecer el papel y el rol dentro de los hogares, pero también en las instituciones.
Muñoz comentó que no podemos dejar aún lado a las familias, ni dejar que otros apaguen su rol, pues la familia es la base de esta sociedad y en ella se cimientan valores que permiten el integró ejemplo de seres humanos.
