La señora Renelda Toribio Bonilla, vive en Sardinilla, corregimiento de Salamanca, ella tiene 46 años de evangelizar en esta diócesis. Madre de dos hijos, jubilada, casada y con dos nietos, ha prestado servicio pastoral en la Parroquia Niño Jesús de Praga en la Capilla San José.
Renelda ha trabajado en diferentes pastorales de su comunidad como pastoral familiar, liturgia, catequista de bautismo, comunión y confirmación. Actualmente es delegada de la Palabra y ministra extraordinaria de la sagrada comunión.
“Lo que más me ha impactado en mi caminar de fe es ser ministra extraordinaria de la sagrada comunión, ya que esto me ha permitido entrar en los hogares de muchas personas, especialmente la de los enfermos en estado terminal y me permite conocer el sufrimiento y la alegría cuando reciben el cuerpo de Jesús y muchas veces le dan gracias a Dios por prepararlos para llevarlos a su lado”, aseguró Renelda.
Esta servidora de la Capilla San José asegura que su mayor obstáculo ha sido su debilidad humana, y lo ha superado con paciencia, humildad y entrega al servicio del cual ella ha sido llamada, a través de los sacramentos, como la confesión, comunión y la oración constante.
Asegura que su compromiso como bautizada es anunciar el evangelio y le agrada mucho, “trato de cumplir con responsabilidad como cristiana y ser fiel a Dios, dejar huellas en mi caminar y testimoniar a los demás que Cristo, que nació en Belén en un humilde portal, es y será siempre nuestro guía y nuestro sustento”, puntualizó Renelda.