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Madurar en la fe y en calidad humana para resucitar con Cristo Jesús

Madurar en la fe y en calidad humana para resucitar con Cristo Jesús

Escuchar es aprender a apreciar los detalles de Dios y de la vida; es aprender incluso a escucharse a sí mismo.

 

Por Karla Díaz 

La Comisión Arquidiocesana de Pastoral Juvenil realizó su retiro anual basados en el tema de la oración. Las montañas de Cerro Azul les recibieron, para que desconectados de lo cotidiano, abrieran sus corazones a la reflexión y meditación, sobre todo en este tiempo especial de Pascua, en el que, como Cristo, estamos invitados a pasar de la muerte a la vida.

Fue un momento para aprender a orar, se practicó mucho la oración de bendición, adoración, intercesión y acción de gracias. 

“Hoy en día, los jóvenes están sumidos en el ruido, les cuesta el silencio, muchos ni siquiera sospechan lo mucho que lo necesitan. La oración demanda silencio interno y externo. Jesús resucitó en el silencio de la noche, nació en el silencio de la noche. Las mejores cosas, las que son vida, pasan en el silencio. Dios da vida cuando callamos y lo escuchamos, y eso fue lo que quisimos enseñarles con esta dinámica”, dijo el padre Justo Rivas, asesor de la comisión.

 

Dejaron su casa para vivir el encuentro con Jesús de manera íntima y diferente, alejados de todo.

 

Angelee Gómez, del grupo Espiritualidad y Misión de la parroquia Cristo Resucitado y líder del grupo juvenil, destacó que fue una experiencia reconfortante, ya que tuvieron momentos íntimos de oración con el Santísimo y una pequeña vigilia, en la cual cada uno tenía un horario.

“Yo pensé que los muchachos no se levantarían en su horario para acompañar a Jesús Sacramentado,  pero fue sorprendente ver  cómo todos se turnaban para hacer el Santo Rosario… fue una sensación inexplicable”, dijo la joven.

Agrega que definitivamente fue una ocasión para resucitar con Cristo, ya que hubo un momento en el cual podíamos confesarnos, además de que el ambiente hacía sentir tranquilidad, paz,  y eso fue una manera de conectar con Jesús de manera directa.

Sobre su momento más especial, Angelee comenta que fueron dos: la Hora Santa porque en el silencio,  Jesús le habló  a varios y se hizo sentir su presencia entre los que estaban allí; y la vigilia porque le  tocó a las cuatro de la madrugada  y pensó que no se  levantaría para hacer el Rosario, sin embargo,  antes de la hora ya estaba despierta y con ánimos como si hubiese dormido muchas horas.

 

Tenemos más ánimo para servir

Pedro González, miembro del Oratorio Festivo Basílica Don Bosco y parte del equipo de Espiritualidad y Misión de la CAPJ, destaca de este retiro un hermoso encuentro con

mucho crecimiento espiritual y  mucho ánimo de seguir sirviendo a Dios desde su pequeñez.

“Mi experiencia fue de mucho aprendizaje, seguir creciendo en la fe, saber que Dios siempre está allí para escucharnos en la oración.  Ha sido una gran oportunidad en estas fechas de la Pascua, porque nos hizo meditar todo lo que Jesús pasó en la cruz para salvarnos, ese dolor que al final fue vencido con amor.

 

Desconectar y reconectar

Como una experiencia impactante; así lo define Rosa Suárez, quien destaca que perder la señal del celular fue lo mejor que le ha pasado para poder vivir esta experiencia a plenitud.

“Saber que estábamos en ese lugar, alejados de todo, sin señal, sin celular… sentir que éramos solo Jesús y yo, abrí mi corazón para dejarme sorprender por él. Entramos en modo desierto que era buscar cada uno un rinconcito para responder preguntas personales, reflexionar y meditar…tranquilizar la boca, para hacernos fuertes en los pensamientos”, dijo la joven.

Fue un compartir entre hermanos que sirvió para desconectarse y valorar lo que tienen y lo que les hace falta, pero sobre todo para reafirmar que hay un Padre Bueno que siempre está allí para ellos, así fallen mil veces, no estarán nunca solos y les recibirá con amor.

 

Un espacio que nos abrió el corazón

              Rosa Suárez
El retiro fue impactante , me desconecté por completo y en el silencio escuché a Dios, y no estoy sola.
       Angelee Gómez
Me llevo el ánimo de las personas que estuvieron firmes en vivir el encuentro de manera íntima.
    Pedro González
Mi experiencia fue de mucho aprendizaje, seguir creciendo en la fe, saber que Dios siempre está allí.