El Centro San Juan Pablo II, en Calidonia, cumple ocho años rescatando a personas en situación de calle necesitados de una mano misericordiosa que les saque de las adicciones.
Por Ariel López
Sin un techo que los proteja, pasan días enteros sin bañarse, la ropa sucia o rota, con una mirada de dolor. La población los identifica como, orates, piedreros, del mal vivir e indigentes.
Son hombres y mujeres en situación de calle, que en un 97% consumen drogas y un 3 % tienen algún diagnóstico de trastorno mental, según estadísticas del Centro San Juan Pablo II, en Calidonia, que lleva atendiendo a esta población desde hace ocho años.
En cada uno se esconde una historia diferente, pero una situación en común: problemas emocionales que no han podido resolver a falta de ayuda profesional, así como por desempleo. En las situaciones que se presentan están involucrados sus familiares, hijos o parejas, y círculos.
Comportamiento
Muchas de las personas que entran al mundo de las adicciones lo hacen pensando que calmarán el dolor emocional, pero más bien, los problemas aumentan por la adicción, según encuesta de calle.
Durante las entrevistas realizadas, los participantes comentaron que tomaron como alternativa estar en la calle, ya que se sentían excluidos por su familia, se sentían ignorados y, no encontraron ayuda.
La adicción
La mayoría iniciaron con el consumo de alcohol o marihuana, de la cocaína a la llamada “piedra”. La etapa de tolerancia, en cada persona, es distinta, porque cada cerebro es diferente.
Las edades de inicio oscilan entre 10 a 12 años, en su mayoría, son sus primeras dosis y experiencias con algunas de las sustancias entre las edades de 10 a 12 años.
Muchos de ellos ya tienen entre 20 a 38 años de estar en situación de calle. Todos manifiestan que quieren salir, pero su voluntad está herida y enferma. Han participado en centros de desintoxicación, pero permanecen de tres a seis meses y se retiran, quizás porque estos centros son más con enfoque religioso y no integral.
Obra de misericordia
El Centro San Juan Pablo II les brinda apoyo a más de 450 personas en situación de calle con todos los beneficios que requieren, pero estamos conscientes de algo más allá e importante, la prevención a través de charlas, talleres, publicidad y acompañamiento diario.
Con el apoyo de CONAPRED, el Centro San Juan Pablo II está desarrollando charlas de prevención a nivel nacional, con el objetivo de llegar a más de 3,000 personas, y que ellos se conviertan en agentes multiplicadores del tema.