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Más de 250 niños reciben alimento diariamente

Más de 250 niños reciben alimento diariamente

Desde hace tres meses, el padre Salvatore Sicignano, encargado de la parroquia San Francisco Javier de la comunidad de La Feria, viene desarrollando una noble labor con más de 250 niños, distribuyendo semanalmente platos de comida entre lunes y sábado.

Este importante aporte recibeapoyo de otras organizaciones sin fines de lucro. La comunidad indostana de Colón, por ejemplo, todos los lunes dona víveres para garantizar el plato

de comida.

“Entre 250 a 300 platos de comidas son servidos y entregados a niños de escasos recursos para aliviar un poco las necesidades que enfrentan cada día”, informó el sacerdote.

El trabajo diario

La comida es preparada diariamente por dos maestros de la comunidad de La Feria. En este servicio voluntario, el padre Salvatore distingue a la señora Legia Lara, conocida como la Tía Mimi; así como al el maestro Edward Herrera, catequista de Primera Comunión y coordinador del grupo de los monaguillos, y la señora Reina Martínez, quien pertenece al equipo de liturgia.

Los días miércoles, las madres ayudan con la preparación de la comida. Mientras que los días viernes, la labor es desarrollada por los jóvenes del grupo juvenil y los sábados, los jóvenes del grupo de Confirmación se encargan de la preparación y distribución de los platos de comida.

Inicialmente, el comedor estaba ubicado en la parroquia Francisco Javier, donde se distribuían entre 40 y 50 platos de comidas, pero aumentó con la llegada de los niños de la comunidad de Altos de los Lagos. 

Como dice el padre Salvatore: “los residentes de Altos de Los Lagos tienen casa nueva, pero no tienen comida para sus niños”.

Dijo además que, el 90% de los que asisten al comedor duermen en el piso” . Las comidas se distribuyen desde las 6:00 p.m., en el estacionamiento ubicado al lado del cuartel de la Policía Nacional, al aire libre y en ocasiones bajo la lluvia, ya que no se cuenta con un área techada para protegerse de las lluvias.

El padre Salvatore anhela poder llevar comida a los adultos mayores, pero no cuenta con los recursos necesarios.