El papa Francisco siempre ha llamado a valorar la diversidad de culturas y el significado de la importancia del folclor en cada pueblo.
Antón es el hogar del Cristo de Esquipulas, manifestación religiosa más concurrida de la diócesis de Penonomé, con una muestra de cultura y tradición como la del Toro Guapo que se realiza desde 1964. Siendo un homenaje al toro que se lidiaba alegóricamente con unos cuernos y un armazón de cañas y bejucos. Por eso, el pueblo de antonero es un punto de encuentro para cientos de personas que llegan de todas partes, para celebrar el Festival Nacional de Toro Guapo, que quiere dar a conocer las costumbres y los rasgos folclóricos de la región. Esas mismas huellas de la época se recuerdan y representan ante propios y extraños, incluyendo las nuevas generaciones.
El festival inicia con una eucaristía solemne en el templo parroquial, donde asiste el pueblo para darle gracias a Dios por sus beneficios y agradecer por las muchas bendiciones.
Este año fue celebrada la eucaristía por el párraco Teobaldo Quirós, quien exhortó a la feligresía que lo más importante de la educación de nuestros hijos es inculcarles valores, “una buena tradición de enseñarles el respeto por las personas, los animales y todo lo que les rodea. Además, ser capaces de tener relaciones sociales
sanas”, explicó Quirós.
Blanca Inés Morales, religiosa de la Asunción y oriunda de Colombia, manifestó que en el festival hay muchísima participación de niños y jóvenes, en la que se manifiesta la alegría. Además, la hermana comentó que en este país, y en especial en este pueblo de Antón, el tradicional Guacho en Totuma es uno de los eventos que más se destacan, por el compartir de las familias con los que visitan el lugar.
Sombrero Pintao
El pueblo de la Pintada es la tierra del Sombrero Pintao que también reúne a miles de visitantes, para manifestar la riqueza de nuestro folclor y tradiciones. Recientemente fue reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El ambiente de respeto y d evoción es algo esencial en este evento, que inicia con la celebración de una misa típica con cantos tradicionales y engalanada con las ofrendas de sombreros y artesanías netamente pintadeñas.
Este año, la solemne eucaristía fue presidida por el padre Rafael Fernández, de la parroquia Santiago Apóstol de Río Hato, quien resaltó que, mientras la globalización continúa creciendo, el folclor se va perdiendo, “ante esta situación es deber de nosotros como coclesanos conservar nuestras costumbres, aunque las tradiciones de otros países entren”.
El padre Fernández resaltó, que, para preservar el folclor debemos en un principio, definir las costumbres y el por qué es importante para nuestra identidad como país, que es esencial para nuestra cultura.
Concluyó que tanto la fe religiosa como la tradición, la vive la población antonera con verdadera entrega y pasión.