Para pertenecer, solo hay que acercarse. Las asambleas son abiertas a todos, incluso a parejas no casadas o divorciadas, porque la idea es que no se sientan excluidas, sino que opten por el sacramento del matrimonio.
Por Elizabeth Muñoz de Lao
Cada 15 días, la capilla San Martín de Porres, de Las Uvas de San Carlos, se ilumina con la luz del Movimiento Matrimonios en Victoria, que se congrega allí para que los esposos, jóvenes y niños se formen mediante la evangelización, la escucha y el acompañamiento.
Sheyla Guardia, coordinadora del Centro de Matrimonios en Victoria de la parroquia San Carlos Borromeo, dio a conocer que este movimiento tiene cuatro años de estar en la región, y en él participan 27 familias activas, pues no solo es para matrimonios, sino familiar, por lo que hay Jóvenes en Victoria y Mini Mev para niños. Por eso, las asambleas se realizan simultáneamente para los esposos, los jóvenes y los niños.
El movimiento ha ido creciendo significativamente, con miembros de diferentes comunidades de la parroquia, muchos de ellos delegados de la Palabra, catequistas y coordinadores de capillas, destacó.
Las parejas participan en retiros que las ayudan en su crecimiento espiritual. Pero también los hay para jóvenes, para ayudarlos a entender la espiritualidad.
Para los niños también se hacen de un solo día, a fin de que vivan el evangelio.
Los temas, que son escogidos por el centro nacional de Matrimonios en Victoria, son desarrollados por matrimonios del movimiento y enviados a los distintos centros para ser tratados en las asambleas, informó.
Ella asegura que, tras dos años de pertenecer al movimiento, se ha percatado de que, a veces, uno se aleja de los caminos del Señor, pero Él quiso que, buscando la formación para contraer matrimonio con su pareja, se encontrara con Matrimonios en Victoria. Cuando entró, sus hijos estaban alejados de la Iglesia.
Ella se preguntó por qué, y la respuesta fue: “si los padres no llevan un buen caminar en la fe, los hijos tampoco”, destacó.
Invita a toda la feligresía a sumarse. En cada una de esas asambleas los jóvenes evangelizan a jóvenes. Son muchachos escuchando a otros y dándoles consejos, toda vez que han participado en retiros y Dios los ha tocado en su caminar.
En cuanto a los niños, es lo mismo. “Es gratificante escucharlos preguntar por la historia de María, de Jesús, sobre el evangelio del día. Y ello es así porque los “tíos”, que son parejas adultas, les explican la Palabra al modo de niños, para que ellos puedan entenderla”, explicó Sheyla.
“Es un crecimiento espiritual muy bonito, aquí en San Carlos tenemos 15 jóvenes en victoria y 12 Mini Mev activos”, informó.
Consejos
Como madre, les recomienda a otros matrimonios que se dejen enamorar por el movimiento, porque la pareja necesita de estas formaciones. Allí les dan herramientas para criar a los hijos, saber corregirlos, y, especialmente, saber, como padres, cuando nos equivocamos, declaró.
“He aprendido a tener paciencia”, aclaró Sheyla, mientras reía. Pero también ha aprendido a escuchar y no a oír, a la pareja, a los hijos, darle el lugar a la familia, a caminar como se debe, a practicar el evangelio y a ponerlo en práctica en su vida, a dejarse enamorar por la bondad y la misericordia de Dios y de nuestra madre María, que es la intercesora de estos matrimonios bajo la advocación de la virgen de La Victoria.
El aspirante a diácono y subcoordinador de Matrimonios en Victoria, Exberto Gómez, manifestó que se hacen talleres, animaciones, se comparte y se hacen asambleas de intercesión con el Santísimo, con el acompañamiento del sacerdote. Todos los temas se tratan según el tiempo litúrgico, detalló.