, ,

Migración en Darién, una gran oportunidad para ser Iglesia viva

Migración en Darién, una gran oportunidad para ser Iglesia viva

La migración es un problema social que se ha incrementado en los últimos años, siendo ocasionado por las condiciones socio-económicas, la falta de oportunidades de trabajo críticas que llevan a la extrema pobreza y que hacen que los padres de familia salgan hacia otros países con la esperanza de buscar una nueva oportunidad.

En Darién, hace muchos a.os, la migración se convirtió en un tema insostenible

para las autoridades, pero una fuente de ingreso para quienes habitan en las comunidades que sirven de alojamiento y para la iglesia es una oportunidad de atender al hermano que lo necesita.

Juan Felipe Gaiza llegó desde Colombia y se quedó a formar su familia en las laderas del río Tuqueza, afluente del Chucunaque que bordea a una veintena de comunidades en la zona misionera de Yaviza.

En el Puerto Peñita, las autoridades del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT), realizan un importante trabajo de captación. En este punto llegan procedentes de diversos países de .frica, Suramérica y el Caribe decenas de extranjeros, quienes atraviesan la frontera con el riesgo de perder la vida o sufrir algún accidente en el camino y bajo condiciones difíciles.

Los extranjeros son trasladados en piraguas y permanecen en el puerto, por si se encuentran con alguna convalecencia se pasen cinco de d.as para reponerse y seguir.

Precisamente en este punto hay negocios que venden comida y enseres para los migrantes, en ocasiones alguna entidad dona ropa y comida, y la atención médica proporcionada por la cruz roja y el Ministerio de Salud es esporádica.

Sostiene Monseñor Pedro Hernández Cantarero, Obispo del Vicariato Apostólico

de Darién, que los migrantes son personas que buscan un mejor estado de vida y su destino es el norte. Desde el año 2009 se ha tratado de colaborar con espacio físico, luego consiguiendo ropa y enseres que ayuden a los migrantes por su paso.

No son personas que deseen permanecer en suelo panameño y por ello la atención que se brinda es paliativa, pero poco sostenible.

Concluye Monse.or Pedro, que por ahora el lugar que se han tomado es el puerto de Peñita, aunque se piensa en Lajas Blanca y algunos espacios en Metetí, pero son lugares temporales mientras viajan hacia Chiriquí y salen de nuestras tierras rumbo al norte.