Migrantes: volver a su patria, no es una opción

Migrantes: volver a su  patria, no es una opción

Marianne Colmenárez 

Heily Alemán, junto a su esposo Rodolfo y sus dos hijos, salió de Nicaragua buscando seguridad y paz para su familia. A pesar de las penurias económicas que viven en Panamá, originada por la pandemia, regresar a su patria no sería una opción dentro de las posibilidades para superarse y solventar este difícil momento. 

Como solicitantes de la condición de refugiados en el país, no tienen permisos para laborar, sin embargo Heily con la ayuda de su esposo vendía prendas artesanales, creadas por ella misma. 

 “Varias tiendas que compraban mis collares y aretes cerraron sus puertas desde que comenzó la cuarentena, intenté vender por internet, pero no son artículos que la gente pueda comprar en este momento, no es una prioridad”, manifestó.

En las primeras semanas de la crisis sanitaria sobrevivieron con unos ahorros, luego recibieron una bolsa de comida del Hogar Luisa  y  quince días después, el sacerdote Jorge Estrada de la parroquia San Nicolás de Bari les hizo llegar otro aporte de alimentos. 

Vivieron momentos de mucha tensión, preocupados por la escases, la falta de oportunidades laborales y el estado emocional de los niños. “Tocó reinventarnos, me puse a ver videos por YouTube para aprender sobre los tejidos de mi país y mejoré lo poco que sabía.  Los hilos de algodón que tenía para hacer collares los utilicé para tejer columpios, hamacas, maseteros y hasta una cuna pude vender por Instagram”, expresó con alegría la artesana. 

Duro comienzo 

“Solo pude laborar en una casa de familia quince días, cuando comenzó el coronavirus me quedé sin trabajo y prácticamente sola en la calle”, explicó Yarlenis Anaribe, una hondureña de 23 años que decidió salir de su tierra, escapando de la pobreza y extrema violencia. 

“Mi vida corría peligro, mi hermano de apenas 27 años fue asesinado y desde entonces mi familia se separó, todos han salido de Honduras”, afirmó con tristeza. 

En febrero decidió venir a Panamá, sin imaginar que el coronavirus sería el más duro obstáculo de su camino. 

Una vecina del barrio donde moraba, le recomendó tocar la puerta en el Hogar Luisa, donde actualmente reside. 

Agradecida con Dios, y con la hospitalidad de los colaboradores de este albergue, espera que el Covid-19 acabe para poder obtener un empleo digno, que le permita crecer y ayudar a su madre.  

Ayuda externa 

Las solicitudes de ayuda van en aumento; en la Pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Panamá han recibido más de 2 mil peticiones. Hasta la fecha han asignado 600 bolsas de alimentos, gracias a la gestión de Pastoral Social – Cáritas y del programa Panamá Solidario”, expresó Jorge Ayala, director del Hogar Luisa.

https://youtu.be/rCTRoJOqsa8

ONPAR frente a la crisis 

Hussein Pitty

La Oficina Nacional para la Atención de Refugiados (ONPAR) ha implementado una serie de medidas que garantizan el ejercicio pleno y efectivo de los solicitantes de refugio y refugiados reconocidos por el Estado. Así lo asegura su director, Hussein Pitty. 

“Frente a la crisis sanitaria se tomó la decisión de extender los carné de los solicitantes de refugio para que no tengan que acudir a la oficina y se mantengan en sus hogares, una vez se levante el estado de emergencia podrán ir a renovar su documento. Igualmente continuamos la atención vía correo electrónico y telefónica”. 

Agregó que se dio la suspensión de los términos para la presentación de recursos legales, garantizando ese derecho, adicional elaboraron un listado para que fueran beneficiarios del programa Panamá Solidario. 

“Tenemos reportes de que los refugiados  sí han recibido bolsas de comida y vales digitales”, reiteró.