Migrantes y refugiados, tema ineludible para las parroquias

Migrantes y refugiados, tema ineludible para las parroquias

Agentes de pastoral social en Mañanitas, dan sus primeros pasos para acoger a esta población.  

Marianne Colmenárez

“Nosotros no podemos ser indiferentes ante el sufrimiento de nuestros hermanos que vienen buscando un porvenir. Dios nos está hablando a diario, en cada noticia que vemos sobre la crisis migratoria mundial; es responsabilidad nuestra la forma en que se dé esa movilidad de personas, debemos reconocer la dignidad de estos hermanos, somos hijos de un mismo Padre”.

PÁRROCO. “Es nuestro deber ofrecerles un espacio en nuestra sociedad y en nuestro corazón”, dice el padre Eusebio Muñoz (centro).

El padre Eusebio Muñoz, párroco de la Iglesia La Ascensión del Señor en Mañanitas, convencido de lo que dice, emite mientras transcurre la primera Feria Internacional de las Culturas. Un evento llevado a cabo el pasado domingo, precisamente para ofrecer un espacio de acogida a los migrantes, en situación de vulnerabilidad, que viven dentro de la zona parroquial.  

La Organización Internacional para las Migraciones – OIM apoya a la parroquia en un proyecto piloto.

El sacerdote manifiesta que la recién estructurada pastoral social de la parroquia incluye varias secretarías; entre estas: la secretaría responsable del tema migratorio. “Los agentes de pastoral fueron de casa en casa y se encontraron con familias colombianas, nicaragüenses, dominicanas, venezolanas y hasta chilenas; les invitaron a que formaran parte, no solo de este evento; sino también de los cursos de formación y de la catequesis”, dijo.

Varios respondieron al llamado, algunos niños de estas familias que se preparan para recibir los sacramentos iniciales, pertenecen al coro, entre otras actividades.

Felices y agradecidas se dejaron ver las madres de familia que dijeron sí a la invitación. Tuvieron la oportunidad de mostrar parte de su cultura, en un ambiente de intercambio auténtico y fraterno.

Testimonios

LÍDERES. Mercha Valencia y Aysbeth Balza, parte del equipo.

“Soy nicaragüense, estoy participando en unos cursos de formación y en la Tamalada que organizó la iglesia hace días. Me ha cambiado la vida totalmente desde que participó en las actividades, de no conocer a nadie, desempleada, pasé a tener hermanos que me motivan a seguir adelante, a pesar de la situación económica en la que vivimos. Vendí todo el chancho con yuca y el agua de pipa que no puede faltar”, manifestó Kathia Hernández, una de las expositoras.

Nathalia Rodríguez de Colombia menciona que en su país trabajaba como auxiliar contable, pero por no tener permiso de trabajo vigentes le ha tocado limpiar casa y hacer de todo un poco para poder ayudar a su marido, quien sostiene la casa trabajando como soldador.  “Gracias a Dios pude vender todos los merengones y las fresas con crema que traje, me faltó para vender más porque la gente apoyó bastante”.  Durante la pandemia aprendí hacer pasteles y con este nuevo emprendimiento espera salir adelante, desea ahorrar para pagar el abogado que le ayudará a renovar sus papeles.  

DANZA. Jóvenes de la Pastoral Afro dijeron ¡Presente!