La Orden San Agustín hace memoria histórica de los 50 años de misión evangelizadora en Tolé y 40 años del fallecimiento del Siervo de Dios, padre Moisés González.
Pbro. Fr. Pedro Antonio Moreno, OSA
El 18 de diciembre de 2020, los Agustinos de Tolé concluimos el 50 aniversario de la presencia de la Orden de San Agustín en la Diócesis de David. Tres hechos confluyentes motivaron la fundación:
Primero. Los obispos de David, Mons. Daniel Núñez, Bocas del Toro; Mons. Martín Legarra OAR, Santiago de Veraguas y Mons. Marcos G. McGrath adquirieron, en 1967, el que había sido campamento de la compañía constructora del último tramo de la carretera panamericana, ubicado en Tolé.
Segundo. A los Agustinos de El Escorial (España) llegó el ofrecimiento de la Misión en un momento de apertura y expansión apostólica; el voto positivo fue absoluto y así empezó a forjarse la idea de destinar religiosos al Centro Misional Jesús Obrero, enviando al Padre Julio de la Calle Jiménez, primer misionero agustino en Tolé (8.02.1970), más tarde se incorporan los Padres Francisco Galende y Francisco Iturbe.
Tercero. El Centro Misional está en el Distrito de Tolé, donde en otrora se concentraba la mayor población ngäbe.
Hoy día contamos con la Residencia de Estudiantes San Agustín en Tolé, internado mixto que ofrece hospedaje, alimentación y formación integral a 100 estudiantes campesinos e indígenas de escasos recursos durante el año escolar, la Residencia de Estudiantes Padre Moisés de Llano Ñopo, internado para 50 estudiantes indígenas en la Comarca Ngäbe-Buglé, la Granja-Escuela en Tolé y Llano Ñopo para apoyar la alimentación y la formación integral de los estudiantes y usuarios del Centro Misional Jesús Obrero, la Residencia Universitaria en David, Chiriquí, con capacidad para 24 universitarios, con el fin de apoyar la formación profesional de los jóvenes, dos Albergues para indígenas en tránsito (uno en Tolé y otro en Llano Ñopo), una INFOPLAZA en Llano Ñopo, que acerca la tecnología a los jóvenes estudiantes, entre otros.
40 aniversario de fallecimiento del Padre Moisés González.
Al tiempo del referido aniversario, hace 40 años que el Siervo de Dios Moisés González entregaba su vida por amor a sus hermanos ngäbes (18.12.1980).
Había nacido en España (1941) y encontró su sentido y personalidad más profunda en Tolé. Trabajó en Chitré y Tolé; su sacerdocio fue alegre y generoso, hombre de oración; caracterizado por su austeridad, silencio evangélico, sencillez y opción por los pobres: “El padre Moisés no habrá nacido en Panamá, pero luchó por defender los derechos de los indígenas y campesinos, promoviendo entre ellos medios de dignidad y desarrollo, y su terrible muerte, es un acto de donación plena al servicio de sus hermanos”, (M. Colmenares, Panorama Católico).
Perfiles.
En opinión de Fr. Javier Campos OSA, “Moisés no era dado a comunicar experiencias íntimas de conciencia, salvo cuando salía el tema de la pobreza de la Iglesia, de la Orden y del Tercer Mundo; entonces se volvía tajante y claro: «el Evangelio es anuncio de liberación a los pobres; desde la riqueza y el poder no se puede hacer»”.
Por su parte, Mons. Daniel Núñez dijo en su homilía durante el funeral del Padre Moisés: “Lo conocimos muy de cerca y descubrimos en él una gran sinceridad, una profunda humildad, una claridad de ideas, una intrepidez en su trabajo, un entrañable amor a los pobres que concretizó en los indígenas y en los campesinos marginados. Esa fue su gran vocación: trabajar con los pobres y lo hizo con sencillez, con gran eficacia”.
Misión: Austeridad, silencio evangélico, sencillez y opción por los pobres.
“El apreciaba al campesino, al indígena. Sufrió como uno de nosotros. Para nosotros Moisés no está muerto. Él se esforzó y por él tenemos puentes para salvar vidas, porque ahí hubo muchas vidas perdidas a causa de ese río Tabasará. Dios ha recibido lo mejor de su vida, ha dejado de sufrir, pero nosotros todavía quedamos sufriendo”, Alcides Duarte, Delegado de la Palabra.
“El Padre Moisés ha vivido para Dios y Dios lo ha querido para él. Él ha vivido para los hombres y los hombres con generosidad y amor se lo presentamos”, son palabras de Fr. José Majadas.
Ciertamente, la proximidad de la Natividad del Señor y la memoria del Padre Moisés apunta a que «este Divino Niño nació para morir», pues si Jesús nació como nacemos los humanos, también la muerte de Jesús está asociada a nuestra propia vocación. La muerte cristiana es el hecho final de la vida bautismal, diríamos también que es el último estirón de la vida terrenal que se prolonga y funde con la eternidad divina, hacia la que estamos permanentemente atraídos.
Camino hacia los altares.
Causa Padre Moisés
Las personas que crean haber recibido alguna gracia o favor por la
intercesión del Siervo de Dios, P. Moisés Gonzáles Crespo O.S.A,
se ruega lo comuniquen a la siguiente dirección:
Padre Pedro Moreno, OSA, Vicepostulador.
Apdo. 0850-00074 Zona 15. – Teléfonos: 231-3015 / 726-0092