,

Misionero evangeliza en lengua emberá 

Misionero evangeliza en lengua emberá 

José Bacorizo pertenece a la zona misionera de Santa Fe, tiene 60 años, reside junto a su esposa, Rosa Cansari, en la comunidad de Arimae. Tiene tres hijas que ya tienen sus familias y pronto será bisabuelo. 

En la emisora Voz Sin Fronteras, tiene 26 años de servir a sus hermanos mediante un programa en el que comparte en lengua emberá la Palabra de Dios y otros temas que sean necesario informarles. 

Nos cuenta Bacorizo que en el año 1979, estando en IV año de secundaria, tuvo que dejar sus  

estudios porque su papá era bastante mayor y no podía proveer- le los recursos, situación que lo entristeció bastante debido a que tenía mucho deseo de aprender y prepararse académicamente. 

A través de la visita de las Hermanas Claretianas a su pueblo, llegó la ayuda de Dios y tuvo la oportunidad de estudiar y crecer en su camino de fe, regalo de Dios que no dudó en aprovechar. 

Adicional en este camino de preparación también contó con el apoyo incondicional del padre Vicente Sidera. 

De esta manera pudo estudiar 

en el vecino país de Costa Rica, para servir en la radio, al inaugurarse la emisora Voz Sin Fronteras, donde inició un programa que aún posee y que realiza en lengua Emberá, con el cual evangeliza a los hermanos en la provincia de Darién. 

Estudió en Ecuador Teología India, que es una rama teológica que estudia las expresiones interreligiosas y ecuménicas, así como las instancias organizativas en varias iglesias. Se caracterizan por recuperar el pensamiento y las creencias religiosas de los pueblos originarios de América o Abya Yala, perseguidas y reprimidas, para relacionarlas con las teologías y creencias doctrinales actuales. 

Tomó curso sobre derecho de los pueblos indígenas, también estudios sobre organizaciones populares y campesinas en Costa Rica, consideraciones académmicas que le han servido para dirigirse a los pueblos. 

Recientemente se integró al primer grupo de misioneros que se forma en la Escuela San Juan Pablo II en Metetí, que aglutina a agentes pastorales de diversas zonas misioneras de Darién. Considera que lo bonito de la misión, es ser recibidos como quienes llevamos un mensaje de Dios, para dejarlo en las comunidades. Dios nos quiere a todos, “tanto amo Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito”, señala. Nos relata Bacorizo que en una ocasión un hermano de Colombia que escuchaba su programa frecuentemente en Voz Sin Fronteras, lo visitó para conocerle y felicitarle, ya que consideraba que su trabajo es maravilloso. 

Afirmó Bacorizo: “le pedí a Dios ser luz para los demás y que no me dejará caer en tentación, para servir con mi talento a mis hermanos”. 

Fue Noko (líder o dirigente) de la autoridad tradicional 10 años y presidente del Consejo General de tierras colectivas por 8 años. 

Este servidor de Dios en la comunidad de Arimae es muy respetado y querido por sus hermanos, tanto así que lo escogen para que sea padrino de sus hijos. Actualmente los jóvenes con más de 20 años en su mayoría son sus ahijados.