Panamá recuerda y honra a las víctimas de la invasión de los Estados Unidos del 20 de diciembre de 1989.
Por Redacción
Este miércoles en el Jardín de Paz, en Parque Lefevre se realizaron los actos en honor a los caídos, en donde monseñor José Domingo Ulloa, Arzobispo Metropolitano fue el encargado de presidir la eucaristía. Recordó que los panameños tenemos una obligación histórica y moral, de contar estos acontecimientos para que no se olviden, pero sobre todo no se repitan jamás.
Autoridades del Estado, representantes de la Iglesia, la Asociación de Familiares y Amigos de los caídos del 20 de diciembre, recordaron los hechos acontecidos, cuando tropas norteamericanas invadieron a Panamá para capturar al exgeneral Manuel Antonio Noriega.
El Arzobispo resaltó que aún duele esta herida en el corazón de muchos panameños.
“Los creyentes hemos podido sostenernos y superar de alguna manera estos eventos tan traumáticos como los del 20 de diciembre, porque nos hace capaces incluso de perdonarnos y reconciliarlos con Dios, con nosotros mismos y con los demás”.
“Son incontables los fallecidos, los quemados en fosas comunes, desparecidos y las familias afectadas, de manera particular del Barrio Mártir de El Chorrillo, a causa de esta dolorosa intervención militar… sentimos tristeza no solo por la ausencia de los que se fueron trágicamente sino también, porque aún no se conoce cuántas vidas se perdieron” expresó Ulloa.
En su homilía recordó que Panamá es un pueblo noble, con amor a su Patria, y la Iglesia Católica siempre estará en disposición para ser su compañera de camino, en esta senda de la unidad y de la comunión por un mejor país.
El artículo 1 de la ley 291 de 31 de marzo de 2022, declara «Día de Duelo Nacional», el 20 de diciembre. Una fecha para reflexionar sobre las consecuencias de una intervención militar que produjo la muerte de muchos panameños
