En presencia de candidatos presidenciales se llevó a cabo una celebración eucarística en honor a la fraternidad, responsabilidad y participación ciudadana.
Redacción
“La abstención nunca favorecerá al pueblo, no podemos dejar de cumplir con este deber y este derecho”, afirmó en su homilía monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá, desde la Catedral Metropolitana Santa María La Antigua, un día antes de las elecciones generales programadas para mañana 5 de mayo.
En plena misa, organizada por la Comisión de Justicia y Paz, la Conferencia Episcopal Panameña y el Tribunal Electoral de Panamá manifestó a todos los fieles presentes que, “no ir a votar sería un pecado grave de omisión”.
Reiteró en la necesidad de ejercitar la conciencia ciudadana y cristiana, eligiendo a aquellas personas que, por sus calidades humanas, éticas y morales, estén mejor capacitadas y dispuestas a comprometerse con la búsqueda del bienestar del bien común, a través del ejercicio eficaz, honesto, responsable y transparente de sus funciones.
“Por medio del voto, libre y consciente, estamos llamados a derrotar la corrupción, el clientelismo político y otros intereses deshonestos en la esfera política” señaló.
“No podemos decir que somos buenos cristianos, si no somos buenos ciudadanos” destacó Ulloa.
De los candidatos presidenciales solo asistieron: José Raúl Mulino, Rómulo Roux, Ricardo Lombana, el expresidente Martín Torrijos, Melitón Arrocha y Maribel Gordón. Monseñor Ulloa les expresó que el que salga electo, “tiene el compromiso de quitarse la camiseta del partido o de libre postulación y ponerse la camiseta de Panamá, porque será el presidente de todos los panameños”.
Agregó que a quienes sean desfavorecidos, deben poner sus dones y talentos para impulsar el país a partir de finalizado los comicios.
Perdón y reconciliación
Durante la homilía, Ulloa hizo un llamado a la reconciliación y a buscar la unidad tras una intensa campaña electoral marcada por ataques entre candidatos. «No podemos seguir haciéndonos daño. Debemos fortalecer esos lazos fraternales, para que podamos caminar juntos a construir el Panamá que queremos” expresó.
Aseguró que, para tener una patria reconciliada, es necesario recuperar a Dios en nuestras vidas y darle el lugar que le corresponde en nuestro devenir histórico.
Resaltó el papel de la Iglesia católica como observadora del proceso electoral. Confirmó que para estas elecciones servirán de manera voluntaria casi cuatro mil observadores de la Comisión de Justicia y Paz, en todo el territorio nacional.
