, ,

Mujeres empoderadas educan a sus hijos con amor y valores

Mujeres empoderadas educan a sus hijos con amor y valores

Quien entra y forma parte de esta organización, no sale igual, pues la capacitación en cuanto a autoestima, derechos de la mujer y del niño, y los talleres recibidos, calan y dejan huellas en la personalidad de las mujeres.

 

Por Karla Díaz

Panamá cuenta con muchas comunidades apartadas, en su mayoría rurales. Allí conviven familias, a las que muchas veces les cuesta brindar una educación adecuada a los más pequeños del hogar, debido a las largas distancias, falta de calles, medios de transporte, y demás. Buscando una solución a esta problemática, nace hace 53 años la organización de Madres Maestras, un grupo de mujeres, amas de casa, de todas las edades, credos y culturas, que mediante el trabajo libre y voluntario producen  un servicio educativo con las familias de escasos recursos.

Empoderar a la mujer, mostrándole su valor y todo lo que pueden lograr es fundamental para ellas, pues descubren sus capacidades humanas para, a su vez, preparar a la niñez en valores desde el amor y la ternura.

Ese fue el caso de Lineth Sandoval, quien hace parte de las Madres Maestras del Jardín de Párvulo Jesús Obrero en Santa Librada Rural. Ella  llegó con su hijo de solo 3 años, que en ese momento no hablaba, por lo que le habían recomendado inscribirlo en una escuela en Torrijos Carter.

La falta de buses, la llevaron a tomar la decisión de inscribirlo en este jardín, en donde de hecho, ella también estudió, y pudo notar cómo evolucionaba su niño gracias al cariño y las atenciones de las Madres Maestras.

“Hoy mi hijo tiene 18 años, pero recuerdo que cuando llegué yo no sabía nada, non sabía qué decir, ni los cantos, ni cómo tratar a los niños, pero con el tiempo aprendí a conocerlos, a saber, cuáles son sus miedos, sus temores, qué es lo que les  gusta y así les he podido ayudar a desarrollar sus habilidades”, señala.

 

Muchos de los niños llegan desde el vientre materno; las mamás les enseñan, los educan, les inculcan valores, les dan amor, y cuidan de ellos hasta que cumplen los 5 años.

 

¿Cómo trabajan las Madres Maestras?

Elidia Castro lleva ya 19 años como Madre Maestra y hoy acompaña en la formación a las nuevas jóvenes y señoras que quieren hacer parte de este grupo.

“Nos reunimos todos los meses en el Valle de San Isidro, en donde está ubicada nuestra casa; allí capacitamos a las mamás  con una reunión, y todos los días ellas van aprendiendo algo nuevo, ya que unas tienen unos dones, otras tienen otros, y así se van complementando”.

Los papás compran sus propios materiales, que principalmente  son las hojas, las gomas, las témperas, y con eso hacen sus propios dibujos, además de que utilizan materiles reciclables.

Los niños entran a las 8:00 a.m. y salen a las 11:00 a.m. Cada quien lleva su meriendita, y los viernes comparten. Los Jardines se sostienen a base de donaciones y también con la venta de rifas, tómbolas y bingos que realizan.

Es importante señalar que tienen capacitaciones con las guías  religiosas, Delegadas de la Palabra que les enseñan cómo darles las clases a los niños, cómo hacer las oraciones, y cómo hablarles de Dios y la Virgen a los niños.

 

Empoderar a la mujer, mostrándole su valor y todo lo que pueden lograr es fundamental para ellas.

Mi mamá fue Madre Maestra

Marilyn Santos es otra de las madres maestras del Jardín Jesús Obrero, y mientras cortaba retazos de papel de construcción para que los niños realizaran su actividad, nos comentó que recuerda muy bien los días en que su madre la llevaba a ese mismo lugar a recibir sus clases.

“Aquí me formé y aquí se formaron mis hijos. En este momento vengo a ayudar y también a acompañar a mi sobrino de 3 años. Me gusta estar aquí, dar las clases y hacer los trabajos con los niños. Yo estuve en este lugar desde los 2 años y a los 5, ya sabía hacer de todo, mi mamá y las demás madres maestras me prepararon bien”, dice con orgullo.

Por otro lado, Eusebia Muñoz, abuelita de una de las más pequeñas del jardín, señala con nostalgia que hoy son 2 de sus nietos los que están formándose aquí.

 “La realidad es que llegué con mis hijos porque no había buses para salir, tampoco cupos en las escuelitas, así que me sentía mejor aquí, además de que yo misma los cuidaba y apoyaba cuidando a otros niños. Mis hijos salieron bien formados, todos fueron cuadro de honor, y hoy quiero esa misma formación para mis nietos, por eso sigo viniendo”, dice.

 

Son más de 100 jardines de párvulo a nivel nacional; tienen presencia en Penonomé, David y Colón; en muchos de ellos también participan papás, que apoyan incondicionalmente esta misión.

 

Conozco mejor a mis hijos

Akianis Gonzalez tiene 3 hijos, todos formados con las Madres Maestras. Por vivir en el sector, que es bastante alejado y con pocos medios de transporte, decidió unirse a la organización y quedarse para formarse y ser mamá y maestra de muchos niños del área.

Los jardines se sostienen a base de donaciones.

“Estar aquí me ha ayudado a tener más paciencia, a ser más  condescendiente porque hay niños que  no tienen la misma capacidad y hay que ayudarlos un poco más. Uno aprende,  los va conociendo,  vamos conociendo cómo se portan y les damos enseñanzas en valores”, destacó.

A esas mamitas que no tienen trabajo y están buscando la manera de preparar a sus hijos, inclusive desde el vientre materno, las invito a que se unan  y se preparen, ya que vivirán una experiencia muy bonita con sus hijos y los hijos de otros, pues se quieren  como una sola familia.

Son muchos los profesionales que han pasado por las manos de estas mujeres que brindan el servicio de manera voluntaria, y aun apoyan la labor que se sigue realizando, ya que es un constante aprender entre hijos y padres, y lo que reciben en los jardines, lo repiten en el hogar.