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Iglesia aboga por educación sexual como prevención contra los abusos

Iglesia aboga por educación sexual como prevención contra los abusos

Monseñor Ulloa: Una sana educación sexual ha sido el clamor de la Iglesia, y ahora requiere asumirla como método de prevención, porque su malformación se da a través de medios digitales, que no informan, sino que deforman.

 

Por Elizabeth Muñoz de Lao

Frente a la realidad que vive la sociedad en relación con el abuso a menores de edad, la Iglesia católica aboga por una educación sexual adecuada en los colegios.

“Estamos convencidos de que si hay una misión y un aporte que los colegios católicos pueden realizar a la educación panameña y a la sociedad, es precisamente tener un buen contenido en la educación sexual, adecuada a la realidad del niño”, manifestó a este medio monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá.

“Tengo que decir que es falso que la Iglesia no quiera este tema en los colegios, lo que no se quiere es que se asocie educación sexual a ideología de género, esa ideología que mata el proyecto de Dios de un hombre y una mujer y, lo peor, es que mata la inocencia de los niños”, enfatizó monseñor.

 

“No hay derecho a matar la inocencia de los niños. Cuando eres adulto, haz lo que quieras con tu vida, pero con los niños tenemos que respetar los procesos”, recalcó.

 

Agregó que debe ser una educación en la que se le pueda enseñar a los niños, niñas y adolescentes el respeto que debe tener hacia su propio cuerpo, y, sobre todo, involucrar a sus padres.

 

Ya existe una Oficina de Escucha

Y a propósito del compromiso con la prevención de los abusos, ya se cuenta con la Oficina de Escucha de la Pastoral de Cuidado y Prevención de la Arquidiócesis de Panamá.

Se atienden abusos de conciencia, de poder y espiritual, que pueden llevar a abuso sexual.

Esta es una respuesta de la Iglesia católica panameña, como parte de una cultura de cuidado y prevención que se debe trabajar en los entornos eclesiales, y que responde a los abusos que han sucedido en la Iglesia en el ámbito global, explicó Gerardo Guerrel, psicólogo responsable de esta dependencia.

“La Iglesia panameña, como parte de la Universal, crea esta pastoral conformada por profesionales de diferentes especialidades, mayormente laicos, aunque también hay sacerdotes y consagrados”, detalló.

 

Puertas de entrada al abuso sexual

La intención es que sea un equipo multidisciplinario que pueda abordar cualquier situación que surja de posible caso de abuso de conciencia, de poder, espiritual y que, a veces, termina en un abuso sexual.

Los dos primeros tipos de abuso son la puerta de entrada para el abuso sexual, aseguró el experto.

“Hay que entender esto como un concepto claro: para que haya un abuso sexual, en su extensión de la definición, tiene que haber un abuso de conciencia y de poder, en el que la relación asimétrica que hay entre las partes, puede ser elemento de riesgo para una relación”, destacó.

Lo que se busca es crear entornos eclesiales seguros, en donde hay niños, jóvenes y adultos con vulnerabilidad.  Estos abusos no solo implican a los clérigos, sino que puede ser cualquier persona que está dentro del contexto eclesial.

En este último se incluye a los catequistas, que manejan a niños y jóvenes, y a los colegios católicos.

Hay que entender que esta pastoral no está dirigida a un grupo en particular, sino a prevenir estos abusos en todos los entornos, incluido el personal  que trabaja en la Iglesia, y hasta los voluntarios.

 

El personal que atiende el espacio de escucha, dispuesto por la Arquidiócesis, es multidisciplinario.

Formación e inducción para prevenir abusos

La idea es que se tenga un proceso de formación e inducción en prevención, y que todos los sacerdotes, los agentes de pastoral y todos los grupos pasen por una jornada de sensibilización y conocimiento de cómo crear espacios y entornos seguros en el ámbito eclesial.

En este momento, se está en un proceso de estructuración. Ya la oficina está creada, y la intención es que haya un espacio físico, un correo electrónico y una línea telefónica. “Estamos en un proceso de comenzar a sensibilizar sobre el mismo hecho, la prevención y las estructuras que ya están creándose en Panamá”, destacó Guerrel.

Esto debe ir acompañado de lineamientos que la Conferencia Episcopal Panameña debe avalar. Ya lo está haciendo, pero debe haber un documento propio que lo respalde.

El tema es psicológicamente difícil de asimilar por alguien que fue abusado en el pasado o ahora.

Por eso, hay que sensibilizar, para que se entienda que hay un espacio seguro de escucha, de manera que, si hubiese un caso, la persona pueda ser escuchada y su caso atendido adecuadamente en las instancias correspondientes.

 

El proceso a seguir

Por ahora no se ha recibido ningún caso de abuso, aunque sí dos de escucha, pues hay que entender que al crearse esta oficina, también se crea un espacio a donde pueden llegar otros temas no relacionados con abusos, reveló Gerardo Guerrel.

El mecanismo a seguir es el siguiente: la escucha se recibe en la oficina, se hace un informe, que luego se valida con la persona. Esta puede ser una posible víctima o un tercero que quiere hacer una denuncia de algo considerado inadecuado.

Esta información se pasa a las autoridades competentes y, de ser necesario, se abre una investigación. Al finalizar, se decide si la denuncia procede o no. Si es una situación concreta relacionada con la Iglesia, el Código de Derecho Canónico establece sanciones específicas cuando se comprueba que hay algún abuso.

Si es una persona adulta, puede interponer la denuncia ante las autoridades judiciales competentes de Panamá, aunque haya sido hace años.

Si a la Oficina de Escucha llega un caso de un menor de edad, debe ser inmediatamente reportado a estas autoridades judiciales. Si el adulto no lo ha hecho, los miembros de esta oficina pueden acompañar a ese adulto a interponer la denuncia.

 

En este espacio de escucha hay abogados que pueden dar acompañamiento, pero también personal especializado para ayudar. La Iglesia está comprometida con ese proceso de reparación para que la persona pueda superar la situación, asimilarla y seguir adelante.

 

Si la persona, luego de que la justicia falle a su favor, pide un resarcimiento económico, la Iglesia como institución tiene que atenerse a lo que dictamine la autoridad judicial.

La oficina es la No.216 y está ubicada en el piso 2 del edificio de Postgrado de la Universidad Santa María La Antigua (USMA), en la vía Ricardo J. Alfaro, desde hace dos meses.

La persona se puede acercar o enviar un correo a [email protected] para dar a conocer su caso.