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Niños y adolescentes se verán beneficiados en el nuevo Oratorio

Niños y adolescentes se verán beneficiados en el nuevo Oratorio

Aunque solo se ha puesto la primera piedra del proyecto que se construirá detrás de la Basílica Don Bosco, la familia salesiana anhela iniciar las actividades lo más pronto posible.

 

Por Marianne Colmenárez

Aportar positivamente con soluciones concretas es lo que pretenden hacer quienes conviven en la Casa de Don Bosco en Panamá, el nuevo oratorio salesiano, es un proyecto que congregará a niños y adolescentes de las barriadas populares del corregimiento de Calidonia.

Las bienhechoras colocaron la primera piedra del proyecto.

“Estamos proyectando con los últimos trámites legales poder iniciar la construcción de dos pequeños módulos de edificios que van albergar el Oratorio de Don Bosco, un sueño que nace con la idea de acompañar en las tardes a los chicos de la zona, para que refuercen su aprendizaje escolar, desarrollen sus habilidades artísticas y deportivas”

Informó el padre Carlos Vilanova, párroco de la Basílica Menor Don Bosco, quien asegura además que la propuesta vendrá acompañada de los valores cristianos.

“Anunciaremos a Jesús desde este estilo, en un ambiente sano, seguro y educativo”, dijo.

 

De cara a la realidad

Para nadie es un secreto que uno de los principales problemas que enfrenta el sistema educativo panameño es la deserción escolar. Según cifras oficiales del Ministerio de Educación (Meduca), durante los últimos años 2020 y 2021 en plena pandemia, salieron de las aulas unos 12 mil 785 estudiantes. En el año 2022 se retiraron unos 20 mil 110 alumnos, en su mayoría de la enseñanza primaria.

 

“Mayormente los estudiantes desertan por el tema social económico y muchos de ellos lastimosamente terminan en manos de las pandillas” comenta Vilanova.

 

Es por esta razón, que los salesianos oran y esperan en Dios poder comenzar.

“Vamos arrancar este mes la aventura, sin tener los módulos construidos, en unas aulas que ya se tienen. Solo esperamos la aprobación de un financiamiento que se está consiguiendo a través de la Fundación San Felipe, principal aliado en todo este proyecto” dijo.

Necesitan cubrir los gastos operativos para la contratación de monitores, requieren una trabajadora social, y docentes para el reforzamiento escolar, deportes y artes. Así como también garantizar diariamente la merienda para los niños.

Cabe destacar, que el Oratorio viene funcionando únicamente los días domingo. Quienes asisten disfrutan desde las 8 de la mañana de juegos, cantos, rezos, paseos y convivencias.

 

Los sacerdotes Manuel Gómez y Carlos Vilanova visualizan el terreno donde construirán los módulos.

 

Inspiración

Tal como inició su primer oratorio en 1841, este proyecto ofrecerá a sus participantes la experiencia educativa e informal inspirada en el sistema preventivo y en la persona de su propio creador San Juan Bosco.

El Oratorio venía incluido en el proyecto del Valdocco, pero se paralizó mientras se construían el museo y la réplica de la casita de Juan Bosco, inaugurados para la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Panamá en el 2019. Luego la pandemia detuvo por más tiempo el sueño.

 

“¡De que no sirven los monumentos sino atendemos a las personas!” manifestó el párroco.

 

Asegura que cuando se tengan los módulos construidos se podrán albergar hasta 100 chicos, niños a partir de los 6 años de edad y adolescentes hasta los 15, en situación de vulnerabilidad social, específicamente para quienes viven en las barridas: Cabo Verde, Llano Bonito y San Miguel.

El sacerdote Manuel Gómez es el responsable de dar seguimiento a los avances del proyecto. Informa que el oratorio contará con: un auditorio para 50 personas, dos amplios salones de estudios multiusos, un salón de juegos techado, baños para niños y niñas, un salón de profesores y otro para la dirección del oratorio.  También contarán con una amplía área techada multiuso.

La Fundación San Felipe y la Caravana de Asistencia Social Damas Diplomáticas y Panameñas son las receptoras del proyecto, a través de ellas buscan apoyo económico en el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) y en empresas que se vean sensibilizadas con la obra, como Industrias Correaguas, quienes aportarán los techos.