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Obra y legado de una gran mujer de fe: Chiara Lubich

Obra y legado de una gran mujer de fe: Chiara Lubich

“Ese día, 13 de mayo de 1944, la ciudad italiana de Trento sufría uno de los bombardeos más grandes de la guerra. La familia Lubich había ido a la ladera de una colina que dominaba la ciudad, llevando consigo sólo unas mantas y algo de comida. La segunda de sus hijas, Chiara, que tenía 24 años, era quien ganaba para el sustento de la familia, se enfrentaba a un dilema. Su respuesta a esa situación y la elección que estaba por tomar, cambiarían su vida para siempre y tendría efectos en millones de personas en los años siguientes”, relata Jim Gallagher, en su libro “La obra de una mujer: Chiara Lubich”.

Chiara Lubich nace en Trento, el 22 de enero de 1920, y ya a los 19 años tiene su primera experiencia, sintiendo el llamado de Dios a donarse toda a Él, durante una visita a Loreto, en la región de Las Marcas, al centro de Italia, donde se venera, desde el siglo XV, la que se dice era la casita que habitó la Sagrada Familia de Nazaret. Chiara fue tocada por una gracia especial, con la que descubrió el camino al que

Dios le llamaba, sin saber lo que podía significar. Iniciaba para la Iglesia un “Cuarto camino”, como ella misma lo escribiría más tarde: “Este es el gran atractivo del tiempo moderno: sumirse en la más alta contemplación y permanecer mezclados con todos, hombre entre los hombres”.

Una vocación personal y comunitaria al mismo tiempo: vivir la espiritualidad de la unidad, sinónimo de espiritualidad de comunión que, en su sentido más amplio, significa fraternidad, solidaridad, comunión y comunidad. Hoy, el Movimiento de los Focolares es una gran y variada familia, un “nuevo pueblo nacido del Evangelio”, como lo definió la fundadora. Fue aprobado en 1962 con el nombre oficial de Obra de María y está difundido en más de 182 países con más de 2 millones de adherentes. También, forman parte de este Movimiento alrededor de 10 mil personas de convicciones no religiosas y 7 mil creyentes de religiones diversas que adhieren al carisma de la unidad.

El mensaje del Movimiento de los Focolares quiere dar al mundo su apoyo concreto en la construcción de puentes y relaciones de fraternidad, para lograr un mundo más unido, impulsado por la oración de Jesús al Padre “para que todos sean uno” (Jn 17,21). Este objetivo se logra a través del diálogo y el respeto a las diversidades y multiculturalidades.

La celebración del centenario de Chiara Lubich, se inició en su natal Trento, y se extenderá durante todo el año. Además, una diversidad de actividades se están desarrollado en los 182 países en los que está presente el Movimiento de los Focolares, en Panamá, la apertura de  este acontecimiento se inicia con la celebración, este domingo 19 de enero, a las 12:00 del día, de una solemne Eucaristía en la Catedral Basílica de Santa María la Antigua de Panamá, oficiada por Monseñor José Domingo Ulloa, Arzobispo de la Arquidiócesis de Panamá y, concelebrada por obispos y sacerdotes de las diferentes diócesis del país.

El legado de Chiara Lubich ha impregnado de su espiritualidad, no solo a la Iglesia sino también al campo civil, y se ha caracterizado por el diálogo interreligioso. Con su carisma, cultivó la amistad de Papas, jefes de Iglesias, fundadores de Movimientos, personalidades políticas y civiles. Chiara Lubich, quien falleció el 14 de marzo de 2008, ha dejado una inmensa herencia que sigue inspirando a personas y sociedades, en todo el mundo.