“Algún día voy a estar tendido en una cajita también como fósforo, cuya cabeza ha ardido en el amor de Dios durante mi vida”, estás palabras las expresó el padre Mauricio Catedral Lara a la feligresía que le acompañó en una eucaristía en abril del 2019.
Y así fue, quienes le conocieron recordaron con nostalgia a ese hombre que les acompañó por casi 50 años en la Basílica Menor Don Bosco, quienes le describen como un hombre humilde, sereno y de mucha entrega.
Monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá presidió la misa exequial celebrada el 16 de septiembre, junto a los sacerdotes salesianos que sirven actualmente en la Basílica.
“Era mi padre espiritual, gozaba de una sabiduría innata. Con certeza daba consejos que cuando los ponía en práctica, me salvaba de muchas situaciones. Fue realmente un papá que nos quería pero también nos regañaba”, así lo recuerda Deisy Ampudia, laica comprometida, fiel de la Basílica.
Ampudia asegura que el padre Catedral llegó por primera vez al Istmo en diciembre de 1962 como director de la escuela y en el templo Don Bosco.
“Caminó junto a nosotros siempre, de adolescente pertenecí al grupo juvenil Don Bosco y allí estuvo, luego fue mi consejero espiritual, luchó para que celebrara mi matrimonio y mi familia estuviese guiada por la fe católica” manifestó Nira Atencio, salesiana cooperadora.
Agregó que como buen discípulo de Don Bosco dejó una extensa labor apostólica en el país. “Fundamos el programa el Mensaje Católico del domingo y el Circulo Misionero, por él me hice salesiana Cooperadora” manifestó Atencio.
