La Cita Eucarística sirvió de escenario para la despedida de los Símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud, la Cruz Peregrina y el ícono de la Virgen Salus Populi Romani, que permanecerán en Roma hasta ser entregados por la delegación pa- nameña a los jóvenes de Lisboa, Portugal, próxima sede de la JMJ en el 2022.
Estos símbolos hicieron visible la capacidad de encontrarnos con el otro, de acompañarlos en sus dolores, en sus luchas y esperanzas, no solo en nuestro país sino también en la región de Centro América, México, Cuba, Haití, República Dominica- na, Venezuela y Estados Unidos, lugares en donde estuvieron peregrinando.
“Nuestros corazones están regocijados porque el Señor fue grande con nosotros durante la JMJ 2019, porque podemos testificar lo que significó para todos la Cruz Peregrina y el ícono de la Virgen, para miles de jóvenes, que llenos de devoción, los acogieron y los acompañaron en los recorridos en sus países”, destacó monseñor José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá.
Monseñor Ulloa les animó además a tomar la Cruz de Cristo, esa cruz de la JMJ, que acompañó a los panameños durante dos años. “Tómenla como signos de aceptación del reto de ser el ahora de Dios, con su testimonio contágiense de lo que han visto y oído, armen líos, conquisten los sueños y esperanzas que tienen en esta Iglesia y este país siempre joven”, dijo.
En medio de esta despedida queda la certeza de que esa Cruz Peregrina le muestre a los jóvenes el rostro de Cristo Crucificado, Resucitado y vivo entre nosotros, y de María como modelo de perfecta obediencia, de humildad, entrega y servicio de Dios , al igual que el apóstol Juan. “La JMJ 2019 no fue un evento aislado, sino parte del proceso para reforzar el plan pastoral de la Arquidiócesis de Panamá que demanda conversión personal y pastoral, para ser la Iglesia en salida de Jesucristo, capaz de encontrarse con el otro, acompañarlos en sus dolores, en sus luchas y esperanzas”, acotó.
En medio de lágrimas, pañuelos blancos y aplausos, unos 12 mil católicos panameños despidieron los símbolos, que se entregarán al próximo país sede el próximo 5 de abril de 2020, en la plaza de San Pedro, en la Misa del Domingo de Ramos, presidida por el papa Francisco.
