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Para acercarnos más a Dios, debemos tener intimidad con él

Para acercarnos más a Dios, debemos tener intimidad con él

Es importante que reflexionemos y miremos cómo estoy experimentando a Dios, cómo me estoy acercando a él. ¿Qué lugar ocupa la oración y la reflexión en mi vida?

 

Por Karla Díaz

Usualmente vemos los templos llenos de jóvenes, ya sea de Pastoral Juvenil, o grupos de confirmación, muchachos que se reúnen para servir a la iglesia y vivir la fe. Pero por alguna razón, muchos se quedan en solo eso; van y vienen de la parroquia, asisten a reuniones, inclusive reciben formaciones; sin embargo, se sienten vacíos.

Marta Jiménez es madre de un chico de 14 años, y aunque al principio se sentía feliz de que su hijo participara en la parroquia de la comunidad, con el tiempo se dio cuenta que realmente eso que él decía sentir, no lo veía reflejado en sus acciones, por lo que decidió conversar con su hijo.

“Fue cuando me di cuenta de que el chico actuaba sólo por compinche, por amistad y por tener algo para hacer, pero su relación con Dios no estaba realmente fortalecida”, dijo.

En ese sentido nos orienta Sor María José, de las Hijas de María Reina de la Paz, quien señala que en nuestra vida de fe, nuestra vida de conversión, siempre debemos preguntarnos, ¿cómo me puedo acercar más a Dios?, ¿cómo podré estar más cerca de él?

 

Mientras más te acerques a Dios, más necesidad tendrás de Él, porque no se deja ganar en generosidad.

 

Lo importante, dice la religiosa, es saber que Dios es quien toma la iniciativa, es él quien va a nuestro encuentro, y aunque no lo vemos siempre está allí. “Hay que sentir sed de Dios, porque a pesar de que estamos activos en la parroquia, yendo y viniendo, pueden llegar momentos en los cuales sientas o pienses que Dios no está, que no está cerca, puedes sentir inseguridad de que esté allí”, señala.

Sor María José  agrega que “desde nuestra juventud debemos acércanos a Dios con un corazón sencillo, porque él está allí esperando, quiere que tú le hables, quiere que lo busques, quiere ser tu amigo”.

 

¿Cómo hacerlo?

Una de las maneras que pudiéramos palpar que Dios está cerca es con la sencillez, de la misma forma que quiso acercarse al hombre, a través de la oración. Orar es tener un momento a solas, es tener intimidad con el Señor. 

“Con la oración podemos tener esa relación con Dios, y como complemento, otra de las cosas indispensables es la reflexión de la Palabra; si queremos sentirnos cerca de Dios debemos hacer estos ejercicios”, asegura la religiosa

Pero hay algo más, sobre todo en la etapa juvenil; es importante tener amigos que nos acerquen a Dios, porque muchas veces estamos en el círculo de la iglesia con muchas personas, pero hay algunas que puede que nos quiten o nos desvíen de aquello que uno quiere intentar realizar.

“Por eso, debemos relacionarnos con amigos que nos acerquen al Padre, debemos escuchar música que nos acerque a Él, leer libros que nos ayuden a fortalecer nuestra relación con él, porque es más que participar y ser activo, es sentir su presencia real en nuestras vidas”, puntualiza.