Hablar de monseñor Alejandro Vásquez Pinto es recordar Pentecostés, los retiros carismáticos y cuaresmales, es mirar a una Iglesia en salida.
P. Samuel Álvarez
“Ven Dios, Espíritu Santo y envíanos desde el cielo tu luz, para iluminarnos” (Secuencia de Pentecostés).
Inicio con estas Palabras de la secuencia de Pentecostés, porque hablar de Monseñor Alejandro Vásquez Pinto es recordar Pentecostés en Catedral, es recordar los retiros carismáticos a nivel nacional, es recordar los retiros pre-cuaresmales, es decir, mirar una Iglesia en salida como nos recuerda el Papa Francisco.
Monseñor nace en la comunidad de Puerto de Tierra en El Higo de San Carlos, el 4 de julio de 1928. Fue ordenado sacerdote el 2 de diciembre de 1956.
Su servicio en la Iglesia coincide con el Padre Héctor Gallego, y estuvo estrechamente relacionado en su visión de la Iglesia con el Concilio Vaticano II.
Estudió cooperativismo en la Universidad de San Javier en Antigonish, Nueva Escocia, en Canadá. Le motivó a impulsar la fundación de la Cooperativa Juan XXIII (para entrenamiento) y el Centro de Estudios, Promoción y Asistencia Social, las escuelas radiofónicas a través de Radio Veraguas, en la diócesis de Santiago de Veraguas.
Fue director de la Renovación Carismática Católica desde 1984 al 2013 y sacerdote con más de 60 años de servicio a la Iglesia.
Impulsó el uso de los medios de comunicación para la evangelización y dejó a la Arquidiócesis de Panamá el programa de televisión “Abrid las Puertas al Redentor”.
Sacerdote de carácter marcado por su ministerio. Donde se identificaba personalmente en el estudio profundo de las Escrituras. Enseñando a los laicos la coherencia de fe con las obras que realiza en su vida diaria. Fue el que dio a la Iglesia panameña los Retiros Espirituales de Pre-Cuaresmal, Pentecostés y Cristo Rey.
Hombre de fe y servicio a su Iglesia
Siempre, actualizado con los documentos pontificios de los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Efectuando retiros de crecimiento de dichos documentos para toda la Iglesia. Fue Asesor Espiritual en el Seminario Mayor San José. Renovó sus promesas sacerdotales en la misa Crismal al celebrar sus 62 años de sacerdocio.