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Peregrinos: de Nueva Esperanza enamorados de Cristo

Peregrinos: de Nueva Esperanza enamorados de Cristo

Desde su parroquia San Francisco Javier, asumen el compromiso de motivar a los jóvenes que se preparan para viajar en agosto a Lisboa.

 

Marianne Colmenárez

Los mismos siete años que tienen de noviazgo Iván Samaniego y Katerine González, es el mismo tiempo que tienen de haber vivido juntos la primera Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, Polonia.

Se conocieron en la Pastoral Juvenil cuando se preparaban para recibir el sacramento de la Confirmación, a partir de allí y por un largo tiempo consolidaron una bonita amistad antes de establecer una relación como enamorados.

Ahora mucho más maduros, se han convertido en líderes de su parroquia San Francisco Javier, en Nueva Esperanza, corregimiento 24 de diciembre. Él como animador de la Pastoral Juvenil y ella como encargada de la comisión JMJ de su parroquia.

Ambos aseguran que, para este nuevo encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa, sus expectativas son sumamente distintas a las que tenían en el año 2019, cuando pudieron disfrutarla siendo anfitriones.

El gran sueño: ¡Todos juntos en Lisboa!

Katerine afirma que va más centrada en el crecimiento espiritual que pueda tener. “Ya no vamos con la mentalidad de ir a pasear como en Cracovia, ahora como adulta busco una experiencia más profunda, deseo encontrar respuestas a tantas dudas y traer un mensaje con el que pueda motivar a más jóvenes a crecer en la fe y a que se dispongan a vivir este tipo de encuentros”, dijo.

Iván por su parte anhela seguir renovando su compromiso como cristiano. “Quiero seguir peregrinando por el camino que nuestro Señor Jesucristo nos dejó, llevando su Palabra a todas partes”.

Agrega que esta JMJ traerá un poco de consuelo a su alma, ya que perdió a su papá hace tres meses.  “Mi padre sabía que yo iría, supo de mis ilusiones y esfuerzos para reunir el dinero”.

 

En sintonía

Vivir otro encuentro con el Vicario de Cristo les hace mucha ilusión, se han preparado espiritualmente, pero también han realizado un esfuerzo con los chicos de su parroquia para reunir el dinero con el que pudieron comprar sus boletos.

“No ha sido fácil el camino; de un grupo grande ahora solo quedamos ocho jóvenes que iremos como peregrinos a Lisboa. Hemos vendido comida, ropa, artículos religiosos, también hemos organizado bingo”, comentó Katerine.

Iván agrega que a pesar de las dificultades siempre buscan la unidad en el grupo de jóvenes. “Por nuestra experiencia como peregrinos podemos dar fe de que no hay imposible para Dios”, reiteró.

Ante la pregunta de cómo ha vivido la experiencia de asistir a la JMJ con su novia, Iván sin tapujos expresa que es un sentir único.

“Es algo increíble tener a tu lado a una persona igual de loca de amor por Dios, que viva tu sueño o que compartamos hablando a gusto del mismo tema. Definitivamente, la JMJ ha sido una experiencia que nos une cada vez más”, dijo.