Cada año, se va adelantando y aumentando el periodo de la Navidad. Las tiendas de juguetes tienen unos atractivos juguetes y juegos, bueno más que atractivos ¡lo último y más divertido! Y por tanto, lo más solicitado! Hay que hacer todo lo posible por no quedarse sin ese único y último juguete, si no queremos frustrar a nuestros hijos. Esto es la Navidad. Esto es lo que los niños ven y entienden por Navidad. Por tanto, hoy en día, la Navidad es un amplio periodo de tiempo, delimitado por los comercios, es un conjunto de luces, alegre decoración y color, preciosos regalos y juguetes… Pero realmente, la Navidad es mucho más y desde la familia se puede llegar a transmitir su verdadero sentido.
Lo primordial es vivir unas fiestas en familia, a estar juntos, dedicar tiempo entre padres y hacia los hijos. Disfrutar de ese alegre ambiente que llevan implícitos estos días. La Navidad es un buen periodo para aprovechar a educar y transmitir a los niños valores como la generosidad.
Es verdad que debemos tener presentes y trabajar los valores durante todo el año, pero hay que aprovechar la Navidad, periodo lleno de buenos propósitos e intenciones para que los niños entiendan y aprendan de una manera práctica el he-cho de pensar y ayudar a los demás. Para ello, dentro de las actividades familiares se puede incluir visitas a algún familiar enfermo o que viva solo, colaboración familiar en algún centro de acogida, asociación… Es un modo de encontrar la felicidad y satisfacción personal ayudando a los demás, lejos de los regalos y lo puramente material.
Así pues, hagamos que la Navidad no sea una fiesta más, esforcémonos por darles lo mejor a nuestros hijos: tiempo, dedicación y un verdadero sentido de la Navidad ¡Feliz Navidad!