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¿Se puede ser católico y joven a la vez?

¿Se puede ser católico y joven a la vez?

No te avergüences de tu fe, no tengas miedo de ser un joven católico, y recuerda que no vivimos aislados, estamos inmersos en el mundo.

Angélica Michelle Salgado

Ser católico hoy en día es un tanto difícil, y más siendo un joven católico, pasamos por distintos retos en nuestros trabajos, escuelas, universidades, hogares, pero no olvidemos que Jesús nos propone y nos da siempre las herramientas para que con su ayuda podamos superar estos retos. Entonces ¿se puede ser católico y joven a la vez?

¡Fórmate! Es muy importante que no olvides dedicarle tiempo a tu formación cristiana, asiste a Eucaristía, retiros espirituales, grupo juvenil, no olvides leer, estudiar, meditar la Palabra de Dios y por supuesto, no olvidemos la importancia de la oración.

Sé luz, en medio de toda oscuridad, demostremos aún en nuestras dificultades que nuestra alegría no viene de las cosas materiales o mundanas, si no que viene de haber encontrado a Jesús y que Él está siempre con nosotros.

Católico, Apostólico, Romano y ¿Moderno? Actualmente vivimos en la era moderna en la que la mayor parte de las cosas giran en torno a un estado en Facebook, una foto en Instagram, ver quién tiene más “likes” en sus publicaciones, pero ¿Por qué no utilizar estos medios de una mejor manera para poder evangelizar? Todos estamos llamados a la evangelización, así que utilicemos estos medios para poder llevar la alegría de tener a Dios en nuestras vidas. Siempre recuerda ser prudente y cuidadoso con las cosas que compartes en tus redes sociales.

6. ¿Es malo que frecuente algún bar? No es malo en sí, pero sí debemos cuidar ciertos aspectos antes de decidir visitar uno de estos lugares, investiguemos que no sea un lugar que tenga “fama” de ser ring de boxeo, que sea libre de peleas, de drogas, si sientes que un lugar te puede exponer a algunas de estas cosas, mejor no vayas y busca otro lugar. Recuerda también ser prudente, conocer tus límites y evitar emborracharse. “Disfruta cuanto quieras, siempre que no peques” (Don Bosco).