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Seguidores de Jesús al estilo de San Antonio María Claret

Seguidores de Jesús al estilo de San Antonio María Claret

En un mundo donde la mayoría enfrenta desafíos sociales, eclesiales y personales, un grupo de jóvenes adultos ha encontrado una manera única de vivir aferrados a su fe.

 

Por Marianne Colmenárez

Con audacia, energía, creatividad y fe, estos jóvenes universitarios o profesionales se han unido a JUVICLA (Juventud de la Viña Claretiana), uno de los tres grupos juveniles del Santuario Nacional del Corazón de María, con el propósito de seguir a Jesús, renovando su compromiso con la Iglesia y la sociedad. 

Daniel Moreno es el coordinador de este grupo de misioneros en formación, que comenzó a tomar forma cuando Panamá fue anunciada como la sede de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 2019.

“Nuestro grupo está compuesto por jóvenes de entre 21 y 30 años, provenientes de diversas áreas de la ciudad de Panamá. No todos vivimos cerca del Santuario Nacional”, señala Daniel, destacando la diversidad geográfica del grupo.

“Actualmente, estamos activos entre 10 a 15 personas, de distintas nacionalidades, que nos reunimos todos los sábados de 4:00 a 6:00 p.m., bajo la guía espiritual del sacerdote Julio Arváez”, expresó.

 

Asumen compromisos con algunas obras de caridad.

 

Historias de vida y vocación

Daniela Quiroa, una joven de 23 años originaria de Guatemala, es un ejemplo de la diversidad y riqueza que caracteriza a JUVICLA. 

Esta joven lleva dos años viviendo sola en Panamá, donde estudia ingeniería industrial. “En mi país, ya era parte de una comunidad y estaba clara en la necesidad de hacer vida en la Iglesia”, manifestó Daniela.

Con la ventaja de residir cerca del Santuario Nacional, ha encontrado una nueva familia en su grupo claretiano. “Somos de varios países y es una riqueza porque nos comprendemos y nos apoyamos en medio de nuestras diferencias culturales, todos conectamos muy bien”, afirmó.

Actualmente, Daniela se encarga de coordinar los espacios de formación en los que participan los miembros de JUVICLA.

En cada encuentro, tratan temas de la vida diaria a la luz de la Palabra de Dios y del Catecismo de la Iglesia Católica. A través del estudio les orientan a descubrir la voluntad de Dios para sus vidas y les concientizan el espíritu del servicio y la solidaridad a los más pobres de la sociedad.

 

Además de asistir a la eucaristía y sus reuniones semanales, participan activamente en horas santas y en el rezo del santo rosario.

 

Cambio de vida

Andre Mazzo, de 28 años, ha sido parte del grupo desde su inicio. “Atravesé una crisis personal, y para mí, este grupo se ha convertido en una familia que me ha brindado apoyo incondicional”, afirmó.

Participan activamente en los actos organizados por la parroquia.

 Su participación en varios retiros le permitió sentirse incluido, rodeado de amigos en quienes confía plenamente.

“Al llegar a JUVICLA, después del caos del día a día y el cansancio del trabajo, encuentro una paz inmensa,” añade.  Andre ha experimentado cambios positivos en todos los aspectos de su vida, mejorando su salud mental y fortaleciendo sus relaciones familiares y de amistad.

Además, destaca cómo las acciones significativas del grupo, como ayudar a niños, ancianos y a personas en situación de calle, le han permitido experimentar lo que significa traer el Reino de Dios al presente.

“Los jóvenes que deseen ser parte de JUVICLA, nos pueden seguir a través del Instagram @juvicla_snp “, concluye con una sonrisa.