En medio del bullicio, los carros, y cientos de personas que llegan a comprar, dos puertas se abren para recibir a quienes quieran participar en la Santa Eucaristía.
Por Karla Díaz
Por primera vez, la capilla Nuestra Señora de los Peregrinos, ubicada en Costa Sur, celebró su fiesta patronal dedicada a Santa María Salus Populis Romani. Esta capilla nació por la inquietud de tres sacerdotes del área que quisieron atender las necesidades de la comunidad de Costa Sur, Versalles y áreas aledañas, que por situaciones no podían congregarse en otra parroquia y tuvieron la iniciativa, bajo el pastoreo de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe de Las Acacias.
Salus Populi Romani y Panamá
El padre Justo Rivas es quien acompaña a esta comunidad, y señaló que la Virgen María, bajo esta advocación, es la protectora y patrona de la Jornada Mundial de la Juventud. De hecho, cuenta el sacerdote, que San Juan Pablo II decidió que se hiciera una réplica de este icono de la Virgen para que acompañe las Jornadas, pero la imagen original está en Santa María la Mayor en Roma.
“El 17 de mayo del año 2017 llegan esos símbolos de la JMJ a Panamá y fueron presentados en una vigilia para que acompañaran el camino de los jóvenes; y es precisamente esta área cercana de Metro Park y sus alrededores, el último lugar que visitó ese icono en presencia del papa Francisco para la misa de envío, que se celebró el 27 de enero del año 2019”, dijo el padre Justo.
Es por eso que, el sacerdote de la época, el padre Bernardo Van Quaten quiso promover esta advocación en esta capilla que iba naciendo en los estacionamientos de este centro comercial, en el área de Costa Sur.
Nuestra Señora de los Peregrinos fue el nombre escogido, precisamente por los miles de peregrinos que llegaron para la JMJ Panamá 2019; y esta capilla nace también por la gente que peregrinó de un lugar a otro buscando un sitio en donde poder congregarse.
“Y es curioso porque esta capilla comenzó en un estacionamiento, donde se celebraban las misas de manera abierta y muchas veces cuando llovía, el viento hacía que se mojara el altar”, destacó el padre.
Deben pagar alquiler y la cuenta de luz, pero entre todos aportan y agradecen la oportunidad de contar con un espacio para congregarse.
María Peregrina hizo el milagro
Ligia Marín recuerda con nostalgia sus recorridos por estas barriadas buscando hogares de acogida para la JMJ 2019, y viendo la respuesta tan positiva de los vecinos que abrieron sus puertas para los jóvenes, el padre Bernardo se da cuenta del gran potencial que existe en el lugar.
“Fue bonito porque la capilla nace acogiendo a los peregrinos y luego es María quien nos acogió a nosotros. Poco a poco nos fuimos congregando en los estacionamientos de esta plaza comercial, a veces 5 personas, a veces 10, otras 20, y viendo la respuesta se decidió conversar con el empresario Raúl Endara, dueño del local y él nos dio el espacio”, dijo Ligia.
Les prestaron 20 sillas, y los padres de las parroquias cercanas se turnaban para celebrar la misa los domingos. “Venía el padre Mirope, el padre Tony, el padre Bernardo y así poco a poco se fue sabiendo entre la gente”.
Relata Ligia que, con la pandemia tuvieron que suspender, pero al regresar se hizo la celebración de Domingo de Ramos y también Pentecostés.
“La gente llegaba como si fuera una misa campal, recuerdo a una familia que venía completa en sus bicicletas. Al pasar del tiempo y con la ayuda del señor Endara hemos ido adecuando todo poco a poco, y ese año 2021, Mons. José Domingo Ulloa nos visitó por primera vez y quedó encantado”, dijo Ligia con emoción.
Vida Pastoral
El padre Justo señala que actualmente cuentan con Catequesis Familiar, unos 10 niños, también 9 jóvenes de la Catequesis de Confirmación. Se han celebrado matrimonios y también hay un grupo de monaguillos.
“Aquí se hacen actividades, conciertos y cada día crece la organización pastoral de esta capilla. Los laicos acompañan a la comunidad, y con ellos el plan es seguir evangelizando, dar a conocer la capilla, ya que la evangelización en esta área es distinta, es un poco difícil, pero el reto es evangelizar y llegar a esas personas”, dijo.
Además, sabiendo que el área va a seguir creciendo, el padre Justo busca junto a los fieles de la capilla seguir preparándose, porque sueñan con tener la capilla en un espacio propio para poder llevar una vida pastoral más intensa, que incluya misas en la semana, adoración perpetua o por lo menos que la gente pueda venir y visitar al Señor en un templo propio.