El arzobispo de Panamá agradece a los periodistas panameños por su compromiso valiente en la búsqueda de la verdad.
Por Redacción
En este Día del Periodista Panameño, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá, expresó su reconocimiento y gratitud a todas y todos los comunicadores que, con responsabilidad y valentía, sirven cada día al país desde la búsqueda incansable de la verdad.
En su mensaje recordó la vida y entrega de Gaspar Hernández, maestro del periodismo nacional, hombre íntegro, de mirada profunda y pluma transparente.
Destacó que su legado no es solo profesional, sino también ético, humano y espiritual, porque enseñó que el periodismo no es un oficio para la comodidad, sino un servicio para la conciencia de un pueblo.
“Ser periodista en estos tiempos de tanta confusión, polarización y manipulación, es convertirse en profeta de la verdad. Un profeta no se vende, no se acomoda, no calla ante la injusticia. Un profeta revela lo que otros esconden, ilumina donde hay oscuridad, defiende la dignidad humana y protege la libertad de pensamiento”, afirmó el arzobispo.
Agradeció a quienes investigan con rigor, cuentan historias que dignifican, denuncian lo que daña el bien común y hacen del periodismo una misión en favor de la sociedad.
El arzobispo cerró su mensaje invocando la bendición del Señor sobre el trabajo de los comunicadores y pidió que fortalezca sus convicciones, para que Santa María la Antigua los cubra con su manto y nunca les falte la pasión por narrar con autenticidad ni el compromiso de construir un Panamá más justo y transparente.
