Sin oración no habrá Sínodo

Sin oración no habrá Sínodo

Todos estamos convocados a orar permanentemente por los frutos de este Sínodo, invocando al Espíritu Santo para que nos guíe en el discernimiento de lo que el Señor pide a su Iglesia hoy.

 

Con la oración de escucha, adoración, intercesión y acción de Gracias, toda la comunidad eclesial estará presente en la asamblea sinodal.

Invoquemos al Espíritu Santo, Creador y Señor de la Iglesia, que la guía a través de los tiempos y mansamente la impulse siempre hacia adelante, dirigimos nuestra súplica:

 

 ¡Ven, Tú que siempre haces nuevas todas las cosas!

Ven, Espíritu Santo, alma de la Iglesia: reúne en la unidad y haz fructificar el esfuerzo, la esperanza, el deseo de cada uno de los que se dedican a la Asamblea del Sínodo de los Obispos, te invocamos.

 

Ven, suave Soplo de Dios, que en Jesús reavivas la llama apagada, devuelves el vigor a la caña resquebrajada, te invocamos.

 

Ven, Espíritu Creador, que revives los huesos marchitos, reúnes a los dispersos, pones en diálogo lenguas que no se reconocen, te invocamos.

 

Ven, fuego ardiente de Dios, que purifica todo pensamiento vano, quema y transforma toda tristeza en la alegría de un nuevo nacimiento, te invocamos.

 

Ven, belleza de los pequeños y de los pobres, edifica la bella esposa del Cordero, a través de las lágrimas de aquellos que aman la paz y tienen hambre de justicia, te invocamos.

 

Ven, perdón de Dios, y conviértenos a tu aliento reconciliador para una nueva fraternidad, te invocamos.

 

Ven, sabiduría inaccesible, y llena con tus dones a los sinodales, te invocamos.

 

Ven, infalible Esperanza de la Iglesia, y suscita sueños y deseos según el corazón de Dios, lo que al ojo humano parece imposible, te invocamos.

 

  • Te pedimos, Espíritu Santo, por la Iglesia, en vísperas de una nueva etapa del camino sinodal, para que la presencia viva y operante del Evangelio haga de ella, como de la viña de la parábola, un lugar vital en el que todos los hombres y mujeres que esperan encontrar un sentido para la vida, encuentren lugar, palabra, aliento de esperanza, oremos.

 

  • Te pedimos, Espíritu Santo, por los obispos y todos los participantes en la Asamblea sinodal, para que de la escucha del Espíritu Santo surjan propuestas, a fin de que todo el Pueblo de Dios, en una dinámica de comunión, se sienta realmente partícipe de la vida de la Iglesia y sea testimonio vivo y atractivo de la novedad del Evangelio en el mundo, oremos.

 

  • Te pedimos, Espíritu Santo, por los teólogos, que un don de sabiduría y de revelación acompañe su contribución a los trabajos del Sínodo, para que el don de la fe se haga vida en todo el Pueblo de Dios, oremos.

 

  • Te pedimos, Espíritu Santo, por los jóvenes, buscadores de verdad y de testimonio, de concreción y de espiritualidad, para que gracias al camino sinodal se sientan cada vez más implicados en la vida y en la misión de la Iglesia en medio de los desafíos del mundo de hoy, dando a muchos, con el entusiasmo propio de su edad, la esperanza que brota del encuentro con Jesús, oremos.

 

  • Te pedimos, Espíritu Santo, por nosotros aquí reunidos, en comunión con las comunidades cristianas de todo el mundo: para que, gustando la bondad del Señor que viene al encuentro de cada uno en el cuerpo y la sangre de Jesús, recibamos de Él una mirada nueva sobre el prójimo y seamos testigos de gratuidad en el mundo en que vivimos, oremos.