Estefany Rodríguez
El pasado martes hubo una iniciativa en redes sociales llamada #BlackoutTuesday, en el que se motivaba a un día de reflexión por los pasados acontecimientos en USA en cuanto al racismo.
Las últimas semanas han estado cargadas de emociones a nivel mundial, aparte de la crisis causada por el Coronavirus, se ha sumado una exposición al racismo que ocurre en diversas partes de Estados Unidos con la comunidad afroamericana.
Muchos artistas, políticos y personalidades del medio han elevado su voz para apoyar a millones de personas que en estos momentos están protestando por estas injusticias.
Mientras esto sucede, aquí mismo en Panamá, hace tan solo unas semanas muchos panameños pedían sanciones muy duras en contra de personas de diferentes barrios populares por delitos cometidos.
Aquí mismo en Panamá, nuestros indígenas son discriminados, muchas veces ni siquiera se les menciona entre los grupos indiscriminados. Aquí mismo en Panamá, donde frecuentemente atacamos a una o varias nacionalidades enteras por acciones de una o varias unidades que pertenecen a ella.
Todo a nuestros ojos… ojos que han normalizado estas actitudes que solo notamos, cuando algún “influenciador” con valentía apoya alguna iniciativa.
Es cierto que no es fácil como cristianos vivir en un mundo que nos ataca diariamente. Pero es en ese choque, en el que en realidad podemos ser esa sal y luz del mundo que tanto nos necesita.
El Papa Francisco en la homilía de Pentecostés 2020 nos dijo: “Diversidad y unidad, San Pablo insiste en juntar dos palabras que parecen contraponerse. Quiere indicarnos que el Espíritu Santo es la unidad que reúne a la diversidad; y que la Iglesia nació así: nosotros, diversos, unidos por el Espíritu Santo” .
