Me di cuenta que hay un par de formas eficientes de orar y tener ese encuentro con Jesús mientras estamos laborando sin alterar nuestra productividad ni atentar con las normas de la empresa donde estamos. Veamos un par:
-Ora antes de empezar la jornada laboral: Antes de iniciar a trabajar, de encender la computadora o de atender al primer cliente, da gracias a Dios por la dicha de poder trabajar y pon en sus manos la jornada del día.
-La música católica endulza el alma: ¿eres de los que tiene playlists para trabajar? Si tu trabajo es de oficina y tienes la opción de escuchar música mientras laboras puedes crearte un buen playlist de música católica. Recuerda. El que canta ora dos veces.
-El evangelio a tu celular: sí, es cierto que no hay como meditar la Palabra desde la Biblia, pero probablemente no sea tan fácil cargar la Biblia mientras visitas un cliente o asistes a una reunión de negocios o si estás de un lado a otro por grabaciones. Gracias a Dios la tecnología pensó en todo y puedes tener acceso gratuito a aplicaciones o vídeos en redes sociales donde puedes leer el Evangelio o escuchar reflexiones del evangelio diario a cargo de sacerdotes o predicadores.
-¿Da chance para un Rosario?: A veces pasamos horas en el tranque escuchando música o pensando al más allá como nuestros problemas nos carcomen la existencia, ¿por qué no emplear ese tiempo para orar?
-Mi regla de oro: no hay buen día sin Jesús. Mientras caminas a la parada o cuando vas por tu auto al estacionamiento, en la fila del bus o incluso mientras esperas para calentar en el microondas la comida del día, ten pequeñas conversaciones con Jesús para darle gracias, pedirle algo o simplemente pedir perdón.