Poseen un legado de tradiciones compartidas y entregadas por cada uno de sus integrantes y quienes les apoyaron en su misión.
Yoel E. González N.
La parroquia San Cristóbal de Chepo celebra su festividad patronal y dentro de los grupos pastorales, cuentan con el coro que, desde 1985 con sus talentosas voces e instrumentos musicales, son un ícono de tradiciones, sobre todo en fechas especiales.
Félix y Néstor Figueroa son hermanos, y forman parte del coro desde su juventud, siendo parte del grupo de confirmación, surge en ellos la idea de desarrollar un nuevo coro para la parroquia. Este sueño se cristaliza el 25 de marzo de 1985, cuando inician formalmente con el aval del entonces padre José Arturo Hassán y el diácono Manuel Villarreal (ahora presbítero), con al menos 30 personas dispuestos a servir.
No atañen la presencia del coro a una persona sino al plan de Dios en sus vidas. Ambos explican que de las cosas valiosas en este grupo, la tradición es una de ellas, muestran en sus cantos aquellos que surgieron de muchos años y que llegaron a sus manos para fortalecer el trabajo en los ritos y eventos de la parroquia.
En festividades como el Corpus Christi, algunos cantos se dan en latín o por sus letras de antaño representan legados valiosos para esta parroquia, un aporte de este coro parroquial.
Para los frailes en esta iglesia, el ejemplo de estos ministros de música es un signo de entrega a la parroquia.
Son 22 integrantes los que pertenecen actualmente al coro, algunos de sus miembros han fallecido y dejaron su legado en sus instrumentos musicales.
Félix comentó que han sido muchas las voces y personas que les han dejado gratos recuerdos como el Señor Federico Jiménez (Ito), que les enseñó a tocar flauta, Domingo Valdéz la guitarra y la señora Georgina Torres Mejía, entre otros que pasaron por este coro parroquial.
Don Chema Hernández, junto con el padre Venancio Fenosa Pascual, que por muchos años atendió esa región de Chepo, les enseñó los cantos en latín, traídos de España para fortalecer sus acciones, así como algunos cantos a la virgen y letanías lauretanas.
Sus integrantes protegen con cariño ese legado y lo mantienen firme en cada celebración, haciendo posible preservar ese tesoro, un legado lleno de tradición.