Al amor no le importa si el hermano herido es de aquí o es de allá. Porque es el amor que rompe las cadenas que nos aíslan y separan.
Bienvenida y ambientación
¡Bienvenido hermanos y hermanas! Las cuestiones relacionadas con la fraternidad y la amistad social han estado siempre entre las preocupaciones de la Iglesia y del Papa Francisco. Ahora, en medio de tanto sufrimiento ha quedado revelada la necesidad de construir juntos un mundo mejor sobre la base de una fraternidad sin fronteras de ninguna clase. Abramos el corazón a esta misión, construir un mundo fraterno desde la sabiduría del Amor.
ORAMOS
Señor y Padre de la humanidad, que creaste a todos los seres humanos con la misma dignidad, infunde en nuestros corazones un espíritu fraternal. Inspíranos un sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz. Impúlsanos a crear sociedades más sanas y un mundo más digno, sin hambre, sin pobreza, sin violencia, sin guerras. Amen.
Hecho de vida – Una barca sin destino
Esta mañana encontré en el periódico este reportaje:
“En junio de 2019, un joven cubano de 17 años llegó al pueblo de San Miguel, en el sur del Darién, cuando la embarcación en que viajaba fue interceptada por la Cruz Roja. Pese a que el joven informó a la policía y a la Cruz Roja de que era menor de edad, las fuerzas de seguridad lo registraron como adulto de 21 años y no procedieron a precisar su edad. A continuación, las autoridades denegaron su solicitud de asilo y fue retenido en un centro de internamiento para adultos extranjeros en Metetí. Posteriormente, la Fundación Raíces, una organización que vela por defender los derechos humanos de los niños, obtuvo una copia del certificado de nacimiento confirmando su minoría de edad y lo presentó ante varias instancias. Tras pasar 52 días en el centro de internos, obtuvo la libertad, pero no se le reconoció su condición de menor, tampoco se le designó un tutor que cuidara de sus intereses, ni se le brindó la protección a la que tienen derecho los niños de conformidad con el derecho nacional e internacional”.
No pude evitar sentir disgusto por la situación, pero, total no puedo hacer nada, esto es lo mismo de siempre.
Escuchamos la Palabra de Dios
La Palabra de Dios nos guía en lo cotidiano para actuar como discípulos suyos sin indiferencia, atendiendo las necesidades de nuestro prójimo, Jn 17, 25-37.
COMPROMISO. Trabajar hacia una cultura solidaria y fraterna.
Al amor no le importa si el hermano herido es de aquí o es de allá. Porque es el «amor que rompe las cadenas que nos aíslan y separan, tendiendo puentes; amor que nos permite construir una gran familia donde todos podamos sentirnos en casa. Lo contrario ocurre, por ejemplo, cuando asaltan a una persona en la calle, y muchos escapan como si no hubieran visto nada. Frecuentemente hay personas que atropellan a alguien con su automóvil y huyen. Son signos de un estilo de vida generalizado, que se manifiesta de diversas maneras, quizás más sutiles. Se puede ver que alguien que sufre molesta, nos perturba, porque no queremos perder nuestro tiempo por culpa de los problemas ajenos.
Preguntémonos:
- ¿Qué actitudes fueron las de estas autoridades que encontraron al joven migrante?
- ¿Qué puede hacerse diferente para atender estas personas y empezar recrear un servicio más humano?
- ¿Qué sentimientos despierta en ti el ver a personas violentadas por la injusticia?
- ¿Qué muros podemos derribar y cómo podemos tender puentes para trabajar por un mundo cada vez más fraterno y solidario? (Señalar dos o tres cosas concretas).
- ¿En la Pastoral en la que sirves, puedes identificar muros que no permiten unir esfuerzos con otros hermanos para atender mejor a la comunidad?
Ha quedado revelada la necesidad de construir
juntos un mundo mejor.
Preces (Oraciones espontáneas)
“Busquemos a otros y hagámonos cargo de la realidad que nos corresponde sin miedo al dolor o a la impotencia, porque allí está todo lo bueno que Dios ha sembrado en el corazón del ser humano. Las dificultades que parecen enormes son la oportunidad para crecer, y no la excusa para la tristeza inerte que favorece el sometimiento. Pero no lo hagamos solos, individualmente. El samaritano buscó a un hospedero que pudiera cuidar de aquel hombre, como nosotros estamos invitados a convocar y encontrarnos en un “nosotros” que sea más fuerte que la suma de pequeñas individualidades; recordemos que «el todo es más que la parte, y también es más que la mera suma de ellas”. (Papa Francisco).
Compromiso
Trabajar hacia una cultura solidaria y fraterna: en nuestras familias, comunidades y en la sociedad, a través de acciones como…
- Detenerse ante el que necesita ayuda, sin importar su origen y buscar apoyo en otros también.
- Mirar más allá del grupo habitual para dar a nuestra capacidad de amar una dimensión universal, capaz de traspasar todos los prejuicios.
- Con la ayuda del capítulo segundo de la encíclica del Papa Francisco “Fratelli Tutti”, reflexionar abiertamente sobre nuevas formas de actuar como el Samaritano.
- Trabajar en conjunto con otras pastorales para atender las necesidades de los hermanos.
- Buscar a ese familiar que se ha alejado de la familia para compartir un café o un refresco juntos.
