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Un verdadero proceso catecumenal

Un verdadero proceso catecumenal

El proceso catecumenal es el modelo de toda catequesis, que debe ir precedida por el primer anuncio o kerigma mediante el que se invita a la conversión y a la fe. En los primeros siglos del cristianismo, el catecumenado era el período de preparación de los convertidos a Cristo antes de recibir los sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, confirmación y eucaristía). Hoy, es todo un proceso que incluye tanto a los no bautizados, como a los que ya han recibido los sacramentos de iniciación. Incluir a los ya iniciados es necesario debido a que son muchos los que en su niñez, juventud y edad adulta no han recibido la “adecuada” educación cristiana para que fueran madurando su fe; por lo tanto, es tarea de la Iglesia lograr que ellos descubran la fe recibida en el bautismo y lleguen a vivir conforme a las exigencias de los sacramentos recibidos.

Este proceso busca que las personas pasen de una fe infantil a una fe adulta, que vivan y celebren la fe dentro de una comunidad cristiana, construyendo un nuevo estilo de vida, asimilando los elementos fundamentales del mensaje cristiano que iluminan la propia vida de los seguidores de Jesús. Es decir, que tomen conciencia de que una fe adulta exige asumir el compromiso cristiano como una consecuencia de la fe.

Como todo proceso, lleva una estructura, una programación, con etapas definidas y celebraciones de ritos muy significativos, especialmente al pasar de una etapa a la siguiente. Es muy vivencial, pues promueve la experiencia personal con Jesucristo que lleva al compromiso de una vida nueva según los valores cristianos. Este gran esfuerzo pastoral requiere de catequistas bien formados en el proceso de iniciación cristiana, de una comunidad de creyentes, quienes también se beneficiarán del proceso mediante las celebraciones comunitarias que se realizarán.