La Iglesia, guiada por el Papa Francisco a la luz del Espíritu Santo, le está dando a la juventud como protagonista del caminar y del cambio para revitalizar la misión kerygmática.
Se reafirma así la urgencia de que los jóvenes sintonicen su accionar pastoral con lo que el Sínodo de los Obispos y la Exhortación Apostólica Christus Vivit marca como primordiales líneas de acción.
La diócesis de David se encuentra en un momento de discernimiento: es importante ver la realidad juvenil y pastoral, pero por sobre todo es importante escuchar lo que sus agentes pastorales viven y constatan en cada zona de la diócesis.
De esa manera será posible establecer prioridades y adentrarnos al encuentro de los jóvenes en su misma realidad: la indígena, la de ciudad, la de campo y zonas de misión. Erick Sanjur, Coordinador Diocesano de la Pastoral Juvenil señala que si no se sigue situando a la PJ como una pastoral medular y en salida, las comunidades parroquiales seguirán anquilosadas a lo mismo de siempre, y no precisa-mente como renuncia a lo tradicional, sino a la poca apertura de la novedad y a la fascinación en el joven que debe dinamizar nuestro ser Iglesia.
El reto supone también superar los obstáculos que se han detectado, entre ellos, la imagen preconcebida hacia los jóvenes en las comunidades; la pastoral de encuentros masivos: buscando solo cantidad, sin seguimientos; pocos espacios de formación continua para los líderes de las comunidades juveniles, la falta de escucha, incluso de quienes lideran por años comunidades y pastorales.
