La disfagia generalmente es causada por problemas nerviosos o musculares, siendo más común en adultos mayores y bebés.
Jean Carlos González Remond
¿Sabe usted qué es la disfagia? Este trastorno consiste en la dificultad para tragar la comida o las sustancias líquidas de manera natural.
El fonoaudiólogo Fitzgerald Naanes, de la Policlínica “Dr. Carlos N. Brin” de la Caja de Seguro Social, explicó que la disfagia generalmente es causada por problemas nerviosos o musculares, incluso puede ser dolorosa, siendo más común en adultos mayores y bebés.
Indicó que existe una amplia gama de posibles causas. Si solo ocurre una o dos veces, probablemente no haya un problema subyacente grave; no obstante, si sucede con regularidad, debe ser examinada por un médico especialista.
Si sucede con regularidad debe ser examinada por un médico especialista.
Disfagia orofaríngea: es cuando existe una alteración en la fase oral o faríngea. En la misma se produce una dificultad en el inicio de la deglución o al transportar el bolo alimenticio desde la boca hasta la entrada del esófago.
Suele estar relacionada con casos de trastornos neurológicos, algunos tipos de cáncer oral, alteraciones músculo-esqueléticas como distrofias, procesos posquirúrgicos o intubación endotraqueal, o secundarias a tratamientos de quimioterapia o radioterapia, entre otros.
Hay sensación de dificultad para tragar, de atasco del alimento en la base de la garganta, de modo que necesita carraspear para limpiarla o se puede sentir la necesidad de toser después de tragar.
Síntomas
Molestia o dolor al momento de ingerir los alimentos, sensación de que no bajan hacia la zona del esófago y quedan atrapados en la garganta o pecho.
Presencia de voz ronca; se puede presentar regurgitación, que es el retorno de los alimentos a la cavidad bucal, acidez estomacal y puede haber presencia de tos.
La disfagia puede presentarse la sensación de asfixia y hasta pérdida de peso de forma repentina, por lo que es importante ir a un especialista.
Disfagia esofágica: hay una alteración en la fase esofágica que incluye el paso del alimento hacia el estómago. Este tipo de disfagia se encuentra más relacionada con alteraciones motoras o estructurales del tipo de masas cancerosas situadas en posiciones más bajas junto al esófago o hernia de hiato. La sensación de atasco del alimento es en el pecho o zona torácica.
Cuando el otorrinolaringólogo confirma el diagnóstico de disfagia orofaríngea, el paciente es enviado al fonoaudiólogo. Este especialista realizará su valoración y determinará las posibles causas de la disfagia, para luego realizar su plan de intervención y lograr la correcta deglución del paciente.
Si el diagnóstico es de disfagia esofágica, el tratamiento, generalmente, es quirúrgico; por lo que se le referirá el paciente a los especialistas pertinentes.
Clasificaciones de acuerdo a lo ingerido

Según la relación entre la sustancia ingerida, se pueden clasificar en:
Disfagia a líquidos: se observa cuando hay dificultad para ingerir líquidos como agua, leche, zumos o caldos que producen al paciente tos o que pase el líquido a la vía respiratoria.
Disfagia a sólidos: se presenta con dificultad para tragar alimentos sólidos y consumir el alimento en forma de puré.
Disfagia mixta: dificultad para consumir líquidos y alimentos sólidos.
El dolor al tragar, conocido como odinofagia, es diferente a la disfagia; sin embargo, es posible tener ambos al mismo tiempo y el globus es la sensación de que algo se atora en la garganta, añadió Fitzgerald Naanes.
Debido a la gran variedad de causas detrás de una disfagia, el especialista tendrá que llevar a cabo un minucioso trabajo para diagnosticar el problema, y cuál es el tratamiento más efectivo para evitar cuadros médicos más graves.
En un primer momento, el otorrinolaringólogo recabará información sobre cuándo y cómo sucede esa dificultad para tragar, así como cuáles son los alimentos que más problemas causan al paciente.
Si es necesario brindará referencia para una exploración instrumental más precisa a fin de realizar el diagnóstico, como son los rayos X (videofluroscopía) y/o la endoscopia. Durante los rayos X, el paciente debe ingerir una solución inofensiva de bario que permitirá ver el movimiento de los fluidos dentro de la faringe y esófago, así como las posibles obstrucciones.