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Arrancó la Misión Jubilar desde Capira

Arrancó la Misión Jubilar desde Capira

Con una solemne celebración eucarística, la parroquia San Isidro Labrador de Capira, designada como Templo Jubilar, fue el escenario de la misa de envío de 235 misioneros que llevarán el mensaje del Evangelio a diversos hogares de la Arquidiócesis de Panamá.

 

Por Marianne Colmenárez

La celebración eucarística realizada este sábado 4 de enero en las primeras horas del día, marcó el inicio de la misión jubilar, que se llevará a cabo hasta el domingo 12 de enero, en el marco del Año Jubilar 2025, bajo el lema “Peregrinos de la Esperanza”.

Las mochilas de los misioneros, símbolo de esperanza y compromiso.

La parroquia San Isidro labrador de Capira, desbordada de fieles y misioneros, recibió con atención el mensaje de monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá, quien destacó en su homilía la importancia de esta misión, recordando que todos los bautizados somos llamados a ser discípulos misioneros, ya sea en tierras lejanas o en la propia comunidad. 

“Hoy nos reunimos para un momento especial: el envío de nuestros hermanos y hermanas como misioneros, enviados por la Iglesia, pero sobre todo por Cristo, para anunciar el Evangelio» expresó. Hizo un llamado a vivir este jubileo como un tiempo de gracia, conversión y reconciliación, animando a los fieles a reavivar la esperanza en medio de un mundo lleno de desafíos.

Monseñor Ulloa instó  a vivir la caridad con gestos humanos que, por pequeños que sean, pueden cambiar el espacio donde nos encontremos. «Son gestos y acciones que tienen su efecto y dan resultados de eficacia» dijo.

 

Inspirándose en las palabras de Jesús, señaló que el Reino de Dios se asemeja a un grano de mostaza o a la levadura, elementos pequeños pero capaces de multiplicarse con gran potencia.

 

 

Con este envío, la Misión Jubilar 2025 comienza a iluminar los hogares de Panamá.

Un signo de misericordia y esperanza

Durante la misa, se realizó la apertura oficial de la parroquia San Isidro Labrador como Templo Jubilar, un espacio sagrado que se convierte en un lugar de encuentro, reconciliación y esperanza para todos los fieles.

Listos para llevar el mensaje del Evangelio a cada hogar

El arzobispo metropolitano recordó que durante este tiempo se ofrece la Indulgencia Plenaria, un don extraordinario para aquellos que peregrinan al templo con un corazón arrepentido y cumplen los gestos esenciales de fe, como:

  • La confesión sacramental.
  • La participación en la Eucaristía.
  • Orar por las intenciones del Santo Padre.

Animó a los sacerdotes a garantizar horarios accesibles para la confesión y a organizar celebraciones penitenciales comunitarias, fomentando la comunión y el espíritu de conversión.